• VII •

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Un chico de rizos verdes se despertaba de su cómodo sueño, de ser por su propia voluntad podría pasar todo el día envuelto en su placido sueño.

Abrió un poco sus ojos esmeraldas y observó con detenimiento que dormía sobre el pecho de su mejor amigo, este, le abrazaba levemente de la cintura con uno de sus fuertes brazos mientras el otro lo mantenía tras su nuca en forma de almohada. Se quedó mirandolo varios minutos, aspirando la fragancia masculina de la camiseta negra del chico, sonrió bonito y se pegó más al cuerpo ajeno.

El reloj de pared apuntaba las cuatro de la madrugada, no puede quedarse en esa calida posición toda la vida, pero almenos si unas dos horas más, detesta tener que ir a la escuela por arruinarle cosas maravillosas como esa.

Enredó sus piernas con las contrarias e hizo circulitos sobre el fuerte pecho con su pulgar.

Ay, acto tan marica y el inocente de Izuku creyendo que eso es común entre los mejores amigos.

Se aburrió de mover su dedo y prefirió hundir toda su cara entre el pecho de este, fuerte pero a la vez suave y cálido.

Ya no podía dormir aunque tenga tremendo sueño, tiene esa mamá costumbre de que si se levantaba en la madrugada no volverá dormir. Se removió un poco sobre el cuerpo contrario, rozando un poco su miembro por error; lanzó un pequeño suspiro con los ojos muy abiertos pero.solo se quedó quietito ahí.

Poco después sintió un bulto chocar contra su parte baja y un gran bochorno se formó en su rostro, había despertado a Kacchan jr por su falta de sueño, revisó pero el rubio seguía durmiendo con tranquilidad, alejado de su incómoda situación.

Se movió un poco más , esta vez hacia arriba intentando alejarse de esa "bestia".

-Ya quédate quieto​- escuchó la voz de Katsuki medio dormido y fue acercado nuevamente al cuerpo contrario.

Izuku dejó de moverse, aún sintiendo eso bajo suyo con la cara rojisima como un tomate y evitando que su dekusito también despertara. Tras pensarlo bastante prefirió cerrar los ojos y obligarse a dormir.

A los pocos minutos pudo regresar a dormir , con la misma calidez que que al comienzo

•••

Katsuki se despertó antes de que sonara la alarma, es como un superpoder el siempre madrugar sin intentarlo.

Sintió un peso sobre su cuerpo, Izuku aún descansaba sobre él ya era la hora en la que el runió suele levantarse.

Se movió y levantó suavemente al menor de encima suyo, Izuku se quejó con fastidio, katsuki suspiró e intento no hacer movimientos tan bruscos y poner una almohada de esas de chinas como señuelo.

Al verse liberado estiró su cuerpo y noto que su ropa interior estaba algo húmeda, su cara se tiñó y fue a buscar su uniforme limpió -el cual Inko lavó amablemente aunque katsuki se negara a esto-.

Lavó rápidamente la ropa que tenía puesta y la colgó en el tendero .
Tomo una de las toallas extra que para su mala suerte también tenía un bordado de los chinitos esos, "mob pshycho 100" decía el bordado junto a un sujeto con cara de póker.

Se metió a la regadera y se baño de manera tranquila, acostumbrado a estar en esa casa cuál prácticamente es como un segundo hogar para él y conoce a la perfección donde se encuentra cada cosa.

Se secó y vistió, sacudió su cabello mojado para que tome su forma habitual. Colgó la toalla para que ésta se secara y fue a la habitación de Deku para levantarlo.

Este seguía durmiendo igual de tranquilo aunque la alarma llevaba almenos unos diez minutos sonando sin parar "anohana" leyó la canción.

Sacudió al chico de una manera agresiva, pero solo logró que se girará al otro lado.

-¡Levantate, mierda, por esto es que llegas tarde siempre!-

Ya más molestó empujó al chico hasta tirarlo a el suel , Izuku se levantó del susto, con una mueca por el dolor del golpe.

-Te espero abajo en diez minutos- dijo katsuki para luego bajar al primero piso , encontrándose con Inko preparando el desayuno.

-Katsuki, buenos días... ¿ya estás listo?, aún es muy temprano- la mujer le sonrió con dulzura mientras preparaba café y empezaba a hacer una tortilla -tú siempre tan puntual, ojalá Izuku aprendiera algo de ti.

-Es solo la costumbre, en mi casa me cuido solo- rascó su nuca con vergüenza -mi madre dijo que debía aprender a ser independiente-

La mujer le miró con orgullo y le regaló una sonrisa tierna, luego sin evitarlo dió un gran bostezo.

-¿Puedo ayudarle en la cocina?- se ofreció el rubio al ver a la mujer agotada.

-No, no te molestes cariño-

-Está bien, puedo hacerlo-

Inko al final acepto la propuesta y se fue a dormir un rato más, el rubio terminó preparando unos huevos revueltos con arroz y pan. Algo simple pero el desayuno no era gran ocasión para demostrar sus grandes habilidades culinarias.

Empezó a comer su parte y sirvió la de Inko e Izuku y hablando del rey de Roma, este bajo ya listo unos minutos después.

-Te dije diez minutos , pasaron dieciséis-

-Lo siento, Kacchan-

-Ya qué, cállate y traga que se nos hace tarde -

Ambos chicos terminaron de comer y se lavaron los dientes, tomaron sus mochilas, pasaron a despedirse amablemente de la muy dulce Inko y salir corriendo en dirección a la escuela.

•••

Corregido y editado, avisen si ven algún error.

Yo a yo leyendo esto:

Humor | KatsuDeku |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora