• VI •

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—Tobe flyyy high! Ase to chi to namida de hikaru tsubasa ga kimi o doko e datte tsureteyuku— cantó un peliverde a todo pulmón en su habitación un opening de su anime favorito.

Su canto "celestial" fue interrumpido por un golpe en su cara, Katsuki quien descansaba sobre su cama le aventó un cojín para callarlo. Era lunes en la tarde -4:00 pm específicamente- y el par de amigos  decidieron pasar el resto del día en casa del menor.

—¡Kacchan!, es el opening de Haikyuu, si suena tengo el deber de cantarlo—  reprochó sacándose los audífonos para después recoger el cojín del suelo -me fascina.

-Si solo te la pasaras viendo tus monitos me iré—  el rubio acomodó sus brazos bajo su cabeza como si fueran una almohada y cerró los ojos —El pelo pinchos y el otro me invitaran a jugar videojuegos.

-¿Qué dices que dijiste?—  Izuku ahogó un fuerte grito lanzándose sobre el mayor  —la traición, el dolor hermano.

Katsuki no se inmutó ante el berrinche del menor y solo permaneció estoico en su posición de descanso luchando contra el sueño que le empezaba a entrar.

—Bueno Kacchan, ¿qué quieres hacer entonces? —  apoyó sus rizos sobre el pecho de su amigo, usándolo como una almohada  —tú nunca quieres hacer nada de lo que me gusta  y cuando te digo que salgamos tampoco quieres.

No obtuvo ninguna respuesta, tampoco un gruñido o bufido 

—¿Kacchan?.

—Cállate y déjame dormir, Deku—  murmuró casi inentendible con sus dedos acariciando tranquilamente los mechones verdes de Izuku.

El menor mientras solo disfruto de las leves caricias que le eran proporcionadas, hasta que inevitablemente ambos cayeron en un profundo sueño.

•••

—¡Deku!—  Katsuki despertó varias horas después, asustado  —ya se me hizo tarde, ¿por qué me dejaste dormir tanto?—  Lo zarandeo con fuerza bruta hasta atontar más al menor.

—Ya desperté del sueñuuum—  medio reaccionó luego de un rato —¿Qué pasa?—  sacó un bostezo mientras rasco sus ojos.  

-Ya son las nueve de la noche, ¡mi vieja va a matarme! —  se levantó acomodando su cabello y uniforme —siquiera fui a casa para almorzar y se me olvidó avisar antes, demonios.

Tomó su mochila y guardó todas sus cosas en ella, corrió escaleras abajo con Izuku detrás. En el camino se cruzaron con Inko la cual solo les sonrió y detuvo al rubio antes de que saliera.

—No te preocupes, Katsuk, subí hace rato y decidí no molestarlos también avisé a tu madre y puedes quedarte—  haló las mejillas del rubio con ternura -la cena está en la mesa, vengan.

El rubio  suspiró  más tranquilo, agradece muchísimo todo lo que la muy hermosa mujer hace por él, puede incluso considerarla su segunda madre, la ama muchisimo.

—Mañana deberás levantarte mas temprano para ir por tu ropa y eso—  Metió el recipiente al microondas para calentar la comida ya fría.

—No es necesario mamá, mmm—  se puso  nervioso y volteó la mirada — Kacchan tiene ropa aquí.

La mujer puso una mirada dudosa y caló en el alma de su hijo, para luego mirar a su otro -casi- hijo 

—No es lo que crees mamá, recuerda que Kacchan ya se ha quedado a dormir aquí y tiene ropa limpia de sobra.

—Cierto— apoyó el mayor. 

segundos después sonó el pitido del microondas y ambos chicos se pusieron a comer el platillo realizado por la adorable Inko, para después organizarse e  irse a dormir tranquilamente, en la misma  posición de antes.

•••
C

orregido y editado
Avisen si hay errores.

Humor | KatsuDeku |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora