✔️Escena con contenido explícito
***
Subí a nuestra habitación y me adentré al baño. Iba a llenar la tina para darme un baño en lo que George subía pero sentí dos manos aferrase a mis caderas que me conducían de regreso a la alcoba.
—¡George! Se supone que deberías estar limpiando la cocina —le dije sorprendida por su aparición.
—Eso puede esperar.
Me giró y sus labios se estamparon en los míos con necesidad. Lentamente me dejó caer sobre la cama mientras seguía besándome apasionadamente. Sus manos viajaron por mi cadera hasta llegar a mis glúteos, y luego mis piernas las cuales hizo que enredara en su torso.
Sus besos descendieron a mi cuello haciéndome soltar jadeos. También fue dando algunas lamidas y mordidas.
Sus manos se colaron entre mi blusa desabrochando el sostén. Cuando por fin pudo quitarlo comenzó a acariciar mis pechos.
—Mmm...George.
Me quitó y la blusa terminó de sacarme el sostén por completo. Se dedicó a lamer y acariciar mis pezones con su boca haciéndome gemir alto.
Yo no me quedé atrás y le desabroché el pantalón, para luego acariciar su intimidad por encima de su bóxer.
—Oh, nena...Mmm —gimió.
Procedió a quitarme el pantalón con rapidez y yo seguí con los movimientos de mis manos. Su besos pasaron a mi abdomen donde me dejó una pequeña marca al succionar cerca del ombligo. Con lentitud bajó por mis caderas y luego mis piernas. Después fue de regreso subiendo por mis muslos depositando pequeños besos. Le quité su camiseta y me dediqué a besar sus pectorales y acariciar su torso.
Nuestras respiraciones sonaban agitadas, alternadas con algunos suspiros y jadeos que soltábamos de vez en cuando.
Con rapidez terminó de sacarse las últimas prendas de ropa que tenía, quedándose solo con la ropa interior. Terminó de quitarme la mía y se dedicó a masturbarme.
—George. Sí, oh... —mis gemidos retumbaban en la habitación.
Iba alternado sus movimientos, primero lentos y luego rápidos. Sentía que me iba a volver loca.
—Mmm...George, por favor... —hablé con dificultad entre gemidos.
—¿Sí? —su voz sonaba ronca. Habló cerca de mi oído provocándome un escalofrío que recorrió el cuerpo entero.
—Mmm...hazme...¡oh! Mmm, hazme tuya.
Sonrió mientras seguía moviendo sus dedos.
—Tenemos tiempo de más.
—Por favor, George...
Volvió a sonreír mostrando todos sus dientes deteniendo sus manos. Se quitó el bóxer y sacó un preservativo de la mesita al lado de la cama. Se lo colocó y se posicionó entre mis piernas. Volvió a besar mis labios entrando su lengua batallando con la mía.
—Repítelo —me dijo.
—Hazme tuya.
En ese instante entró en mi y no perdió el tiempo comenzando a mover sus caderas en un vaivén constante.
—¡Oh! Mmm...Dios... —no pude evitar gemir.
Sus movimientos eran rápidos y profundos. Los gemidos de ambos se mezclaban entre sí, y poco a poco sentía como iba aumentando la velocidad aún más.
Con el tiempo fui sintiendo como un calor iba subiendo por mi vientre, anunciándome el orgasmo. Y así fue, rápidamente sentí como mi cuerpo se liberaba y gemía su nombre bastante alto.
Él aún no lo había logrado así que dio unas cuantas estocadas más, hasta que por fin lo consiguió. Logró venirse entre jadeos y gemidos casi inentendibles.
Se separó de mi y se quitó el preservativo el cual echó en el cesto de basura.
Me atrajo a su cuerpo, abrazándome con su brazo izquierdo sobre mis hombros.
—Deberíamos cumplir más aniversarios —habló cuando su respiración estuvo más calmada.
Me reí levemente por su comentario.
—Opino lo mismo.
Me sonrió y me dio un beso en la comisura de los labios.
—Te amo.
—Y yo a ti. Feliz aniversario —le respondí.
—Feliz aniversario —sonrió de nuevo y me besó en la frente.
Me paré de la cama y recogí mi ropa del suelo.
—Bien, ahora ve a limpiar.
Hizo un puchero y movió su cabeza en negación. Se veía muy tierno, parecía un niño.
—Sí, ve —le ordené de nuevo.
—¿Y qué gano yo?
—Mmm...— me quedé pensando—. Ayudar a tu novia, así que ahora ve.
Volvió a negar haciendo una mueca.
—Eso no me gusta.
—¿Y si tenemos otra ronda cuando acabes? —le sonreí picara.
—¿Y si la tenemos ahora? —me devolvió sonriendo de la misma forma.
—No, ahora me daré un baño. En la noche, lo prometo. Por favor.
De mala gana se paro y se acercó dándome un beso tierno.
—Bien, pero tendrás que hacer algo por mí.
—¿El qué?
—Te lo diré en la noche —me susurró en el oído.
Nos sonreímos uno al otro. Me giré para ir al baño y cuando me disponía a irme sentí su mano darme una nalgada. Me giré impresionada por su acción y vi su cuerpo desnudo saliendo con la ropa en la mano.
Creo que el desastre de la cocina sí puede esperar un rato más.
ESTÁS LEYENDO
One Shots de George Harrison
Fanfiction✔️Pequeñas historias del Beatle callado, George Harrison. Disfrútenlas. ✔️Actualizaciones los domingos. ✔️Se prohíbe su copia o adaptación sin previa autorización. 💫George, mi gordito atrapado en el cuerpo de un flaco💫