Un albino sin suerte

depresión y propuestas

Ya habian pasado varias semanas desde que Albert fallecio y Lincoln se encontraba tirado en el suelo mientras mira el techo de su habitación a oscuras, el joven albino había quedado marcado por la perdida de su abuelo, ya no salia, dejo de hablar con todos sus amigos, en la escuela ya no participaba y salio de todos sus clubes.

La extraña actitud del albino preocupó a muchos y cuando le preguntaban como se sentía el chico solo fingía una sonrisa y decía que se encontraba cansado, Lincoln logro engañar a los maestros y muchos estudiantes pero los que lo conocían bien sabian que algo muy serio le ocurría al albino, estos eran Clyde, Rusty, Liam, Tabby, Haiku y todos sus amigos de los clubes, estos siempre le preguntaban al chico su estado y le ofrecían su ayuda pero Lincoln siempre la rechazaba.

Las actividades de Lincoln de practicar en algún club se transformaron a llegar a su casa y subir a su habitación a llorar en silencio, ya llevaba varios días en ese estado pero hoy en especial se sentía del asco el ¿por que? hoy se cumplía un año desde que su padre y su abuelo lo salvaron del infierno al que llamaba familia.

Simplemente el chico no podía aceptar que su abuelo se había ido para siempre, cada día desde que murió el joven se desvela llorando y cuando despierta busca al mayor por todo el lugar con la esperanza de poder encontrarlo pero el resultado siempre era el mismo. Ya no podía soportar la idea de no volver a ver a su abuelo y durante esas semanas de soledad el chico había tenido una que dos ideas suicidas, una vez incluso estuvo a un movimiento de no volver a despertar jamas.

*Flashback*

Lincoln se encontraba caminado por toda la habitación mientras lloraba y pensaba sobre lo de su mala suerte, sus pensamientos estaban llenados de culpa y miedo ya que sentía un pavor tremendo al pensar que su abuelo había muerto por culpa suya.

El joven albino no pudo mas, tomo una cuerda la amarro de tal manera que quedara como una correa, la amarro de una tabla que avía en el techo, tomo un banquillo y lo coloco justo de bajo de la cuerdaa que se mantenía balanceándose de lado a lado lentamente, Lincoln sin pensarlo mucho subió al banquillo y coloco la cuerda alrededor de su cuello y con toda la culpa que sentía pateo el banquillo quedando suspendido en el aire.

Lincoln cayo pero a varios centímetros antes de tocar el suelo fue sostenido del cueyo por la cuerda que prontamente fue impidiéndole darle oxígeno a sus pulmones, poco a poco la visión del chico se fue nublando y comenzó a recordar la ultima charla que tubo con su abuelo, recordó como su abuelo lo apoyo aun en sus últimos minutos y el joven albino recobro las ganas de vivir.

Comenzó a patalear y moverse como pez fuera del agua para poder zafarse de su mortal agarre, pero no consiguió nada y poco a poco fue perdiendo las fuerzas y simplemente se quedo inmóvil esperando a que la vida se esfumara de su cuerpo pero de pronto escucho un fuerte sonido y sintió como su cuerpo golpeo fuertemente contra el suelo, cuando recupero el aliento se percato que la cuerda por la que de mantenía suspendido en el aire se rompió ya  que la cuerda era muy delgada y no soporto el peso del joven, Lincoln respiraba agitadamente mientras se daba cuenta de la estupidez que estuvo a punto de cometer.

*Fin del flashback*

Lincoln seguía acostado en el suelo mientras miraba el techo y de vez en cuando soltaba una lágrima, pero su lamento fue cortado tras oír como un auto frenaba delante de su casa seguido de esto escuchó como abrieron la puerta de su casa y unos pasos veloces se aproximaban a su habitación.

Por un momento Lincoln creyó que era su abuelo pero su teoría fue destosada al ver a su padre entrar a su habitación
—hola hijo ¿como te sientes?— hablo el señor Loud para luego ver a su hijo tirado en el suelo
— depende, en una escala del uno al diez... Pues como menos quince— respondió de manera trizte el albino para luego levantarse y darle la mano a su padre
—hijo se que estas pasando un mal momento y por eso estoy aquí, muchos me decían que te diera tu espacio para que afrontarás el dolor pero no puedo dejar que único hijo se pudra en su habitación— el castaño tomo de los hombros a su hijo y lo miro directo a los ojos
— por eso te quería preguntar ¿quieres volver a vivir con migo?—