Destello

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—Ne, ne Aizawa-sensei, ya casi llegamos? —pregunto por sexta vez Ashido Mina quien ya estaba comenzando a cansarse igual que los otros, ya había tenido más de ocho horas de viaje, ya eran las doce y media de la tarde y no podían parar en ese momento, anteriormente habían parado 20 minutos cerca de las diez, pero aún así más que hambre la mayoría tenía aburricion y el murmullo comenzaba a ser más alto cada vez

El maestro encargado se limitó a suspirar mientras que volteaba a ver a los alumnos gracias al retrovisor, ciertamente el también estaba algo desubicado, se suponía que era un aproximado de seis horas, casi siete, debieron haber llegado antes pero... Había algo raro, desde hace más de media hora que el paisaje no tenía fin, arboledas, grandes capas de vegetación a los lados del camino, se suponía que le habían informado que una vez estuvieran cerca de la sexta hora el sendero era recto y debía esperar hasta que la vegetación acabará ya que de ahí un trabajador los recibiría y conduciría hacia el edificio principal donde vería a los dueños y se les daría el recorrido... Pero no encontraba fin

—Silencio —llamo para obtener ahora la paz que quería y la atención de sus estudiantes —pararemos un momento, no se separen mucho o se perderán —advirtio para luego ir estacionándose a un lado del camino, ciertamente se veía que no era tan transcurrido por allí pero, más vale prevenir, sabía que era arriesgado el parar en una zona desierta, donde sólo había vegetación pero no había otra opción

Una vez el camión donde iban transportados los estudiantes de la Yūei bajaron apresurados pudiendo al fin estirar las piernas con el héroe nocturno detrás de ellos

EraserHead trato de usar su móvil para llamar a la escuela pero era inútil, no había señal, miro al rededor, aunque había bastante naturaleza a los lados del camino el sol entraba por esta con facilidad deslumbrando lo un poco puesto que los árboles no estaban tan tupidos o cercanos unos de otros, a decir verdad la visibilidad que dejaban al frente era bastante, escuchaba desde ahí que había un río cerca y también sentía la frescura del ambiente, ciertamente un lugar bastante pacífico, pero debía pensar en tratar de ubicarse, le habían dado las coordenadas y dirección específica, bastantes referencias y demás pero... Era inútil, repasaba cada minúscula parte del trayecto y estaba seguro de no haber omitido nada que pudiese haberlos hecho perderse del camino... A menos que...

Antes de que Aizawa pudiese seguir divagando sintió como el suelo comenzó a vibrar tenuamemte, no podía ser un terremoto, volteó en dirección hacia el frente donde seguía el camino, los alumnos parecían no darse cuenta de eso ya que estaba jugando entre ellos y estirándose lo más que podían, otros miraban alrededor admirando el paisaje... Las vibraciones comenzaban a ser más fuerte y seguían en dirección suya... Un ataque? —Vengan aca y Reunanse! —fue la primera orden que dió atrayendo las miradas de los estudiantes mientras que el mismo se ponía al frente de ellos, tomo su bufanda dispuesto a activar su quirk y en posición de ataque

Los alumnos no sabían porque el de la orden hasta que pocos segundos después pudieron ver a la distancia como grandes manchas de polvo se alzaban en dirección a ellos, no dejaban ver qué era lo que se acercaba pero ahora sentían el movimiento del suelo , esto era notable al igual por el traqueteo de las piedras en el piso y todos hicieron lo que el maestro pidió, se reunieron detrás de él, puesto que si entraban al camión no tendrían a donde huir o sería más fácil atacarlos, todos estaban a la expectativa hasta que un momento después aquel objeto a gran velocidad estaba cada vez más cerca calculando una distancia de 30 metros... Siendo un...

—Jabalí?... —dudo el peliverde viendo aquel animal enorme, por qué las pisadas se sentían más duras y sonoras, no podía ser pequeño para tal escándalo, a aproximadamente 15 metros pudo ver como el profesor Aizawa ya comenzaba a activar su quirk haciendo que la bufanda de elevase alrededor de su cabeza y torso, cuando estuvo listo para atacar...

Admiración... o amor? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora