Aléjate de mi lado [EDITANDO]

Capítulo 24

Su sudoroso cuerpo ya no le permitía exigirse más, él era de los deportes y tenía una buena resistencia, pero estos ejercicios para hacerse un oficial de policía o un cadete eran más difícil de lo normal. De las 145 lagartijas que tenía que realizar con suerte llevaba 115 y sus brazos ya se estaban entumeciendo, esto de estar casi un mes en la escuela y ser parte del nivel "intermedio" -Aunque de intermedio no tenía nada- le estaba comenzando a hacer dudar de su existencia.

Apenas hubo acabado el entrenamiento se dirigió a las duchas y vestidores de los hombres, donde con suerte se mantuvo en pie y se sentó en las bancas, bebiendo de forma desesperada la botella de agua que poseía en sus manos. Agua refrescante, eran un verdadero elixir que bajaba por su garganta seca y desgastada, ¿Esto era tener sed? porque al beber un litro de agua aún ansiaba más.

--Hey, Maurice, Buen entrenamiento el de hoy, ¿No lo crees? --Le comentó un Armadillo, que le entregó otra botella de agua. Con un gesto el mencionado agradeció.

--¿Estás seguro que este es nivel intermedio y no infernal? --Cuestionó confundido, bebiendo de forma brusca la mitad del líquido contenido en plástico.-- Joder, juro nunca haberme cansado tanto en mi vida.

--Mejor ve a bañarte, apestas a pescado. --le sugirió un ave de plumaje verde, de nombre Jet.

--Prefiero los Chili Dogs, Gracias. --Y finalizada la interacción, fue a bañarse como siguiente objetivo.

La verdad, es que si tuviera que relatar ese mes siendo cadete de policía -A pesar de no ser una profesión acreditada o de mucho valor- no era lo que realmente esperaba. Sí, sabía que habría un entrenamiento muy intenso. Sí, sabía que esto implicaría verse menos con sus amigos o parecido, pero eso quería conseguir.

Mentira.

No podía continuar mintiéndose a sí mismo. Él se alejó de la universidad por el simple hecho de olvidarse de su "pecado", de su perdición. De ella. Oh, ella, Por más que mantuviese ocupada su mente haciendo informes, exámenes, entrenamiento, o todas las actividades que se le ocurriese, no podía olvidarse de ella. No podía sacársela de la cabeza.

Esos deliciosos labios, con sus adorables y suaves besos, que a pesar de ser por "pasar el rato", demostraba en esos gesto un poco de cariño, algo de amor, y era mutuo. Echaba de menos aquellos abrazos reconfortantes, esos momentos que se volvían íntimos junto a ella, todo eso lo extrañaba. Pero no, tenía que alejarse. Lo mejor que se le pudo ocurrir en ese instante fue alejarse de su carrera, de sus amigos, de las noches de fiesta, y..

Ya no había caso seguir insistiendo, seguro ya quedó claro.

No podía seguir pensando en lo decepcionados que deben de estar sus padre respecto a él, por haber pagado la universidad para él, ¿y qué hizo? Abandonarlo. ¿Qué estarían pensando sus hermanos?

--¡Hey, Sonic! ¡Ya sal de ahí, Quieres? Hemos estado esperando por media hora. --Se quejó uno de sus compañeros, despertando así de sus pensamientos y dándose cuenta que ha estado en la ducha por más tiempo de lo estimado. Vaya cuidado ambiental. Observó sus dedos todos arrugados por la absorción exagerada de agua, y tomando una toalla se rodeó la cintura y salió de la cabina, pidiendo disculpas por el descuido.

Apenas hubiera terminado de secar toda la humedad existente en su pelaje, se vistió con una remera holgada y cómoda, junto con unos pantalones con la misma comodidad. Se le antojaba algo de comer, así que salió de la habitación, y caminó por los pasillos donde se encontraban conversando y disfrutando de las horas libres sus compañeros, disfrutando de una buena y relajante taza de café.

--Se me antoja uno.. --habló para sí mismo, proponiéndose cumplir su capricho. Caminó a la cafetería sirviéndose una taza de café y retirando un sandwich, para un goloso cualquiera, sería poco, pero para la hambre y sed que solía tener, era lo más delicioso que jamás hubiera probado -Aunque sus chili dogs eran irreemplazables- y continuó su camino hacia afuera.