Capítulo 25

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Se levantó de su cama dejando su artilugio electrónico a un lado, sobre su mesa de noche.

Con paso perezoso se dirigió a un espejo a cuerpo completo que mantenía apoyado en su pared, barriendo con la mirada su aspecto desde la cabeza a los pies.

«Deberé ir con mejor aspecto si quiero ir a esa fiesta» —pensó.

Desvió su mirada con cierta inquietud y nervio ante el insistente pensamiento de lo pareció una decisión apresurada, encontrándose con el traje de corbata que habría comprado para la ocasión en la cual había sido convocado.

Entrecerró los ojos, para finalmente cerrarlos por completo dejando ir un suspiro de agobio, frotando sus manos en su rostro en señal de desesperación y estrés. No podía dejar de reproducir la situación en su cabeza producida el día anterior que lo había llevado a acceder a aquello.

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—Amy…—

—Si no sientes lo que yo siento, lo entenderé. Sólo quiero pedirte un maldito favor. —dijo con firmeza y decidida. El erizo asintió esperando su continuación.— Sé mi pareja para mi graduación.

Al escuchar aquel pedido con entonación de súplica, Sonic no pudo evitar sentirlo como un balde de agua fría cayendo sobre su cabeza. Se sentía un completo estúpido por haber terminado todo de forma tan anticipada y sin embargo, ella siempre lo buscaba a él.

Soltó un jadeo preso del pánico observándole con sorpresa, manteniendo un aspecto enrojecido ante el inesperado comentario volteando su rostro con rapidez hacia el frente en un intento de evitar mantener en su vista la delicada pero tentadora mirada de la eriza rosa.

—¡D-Deja de mirarme así! —pidió con ansias el erizo apretando sus labios. Su calor corporal se había incrementado a una velocidad increíble, sintiéndose indefenso y, una vez más, sumamente intranquilo.

Podía evidenciar como la eriza rosa le observaba con confusión ante su repentino accionar, y era completamente comprensible, hasta ese entonces ella nunca había presenciado una faceta tan nerviosa y tierna como la que estaba viviendo el erizo en ese momento.

—Perdona, no quise incomodarte. —Se manifestó luego de largos minutos manteniendo distancia de él, este relajó los músculos tragando saliva.— Sólo pienso que, en el fondo, me lo debes de alguna manera. Te fuiste sin despedirte y me dejaste con los sentimientos a la deriva… —Se excusó.

El erizo se mordió internamente la mejilla para voltear su rostro mecánicamente hacia la eriza, quien le volteó a ver casi al mismo ritmo.

Se mantuvieron observándose así, al menos por unos largos segundos. Sonic se lo pensaba demasiado, más en el hecho de que había comenzado pidiendo alejarse de ella completamente por el simple pensamiento de que entre ellos nunca pasaría algo real, y aquí estaba, frente a la chica que le gustaba y que además, había dejado plantada sin razón.

Sus dudas se disiparon cuando observó una sonrisa dulce naciendo del rostro de la misma chica, una sonrisa que le consoló de alguna forma, que le hacia ver que a pesar de todo aún mantenía la puerta abierta a la posibilidad de arreglar aquella acción errónea que había cometido, y darle una disculpa como ella se lo merecía.

Le devolvió la sonrisa y, sin pensarlo dos veces, le tomó la mano que mantenía posada en el suelo, entrelazándola con la suya.

—¿Sonic, qué...?

—Admito que me comporté como un idiota. —Comenzó a manifestar observando el rostro confundido de la dama— Pero mantengo la intención de disculparme por ese error que cometí. —Añadió.

Aléjate de mi lado [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora