11. Fotografía.

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ADLER

No podía dormir.

A pesar de que me sentía excelente con Annabell a mi lado había un sentimiento en mi pecho que no dejaba de perturbarme.

Ella se veía tan hermosa dormida, era una mujer extraordinaria. Me encantaba su forma de ser, su cabello, sus ojos color miel, su aroma, su sonrisa...

Me pare de la cama con cuidado para no despertarla, quería que descansara. Eran ya la 08:00 p.m. y estaba totalmente de noche, camine hacia la ventana para admirar la ciudad y poder pensar un poco mejor.

Odiaba su vida. Odiaba no poder estar con quien quisiera. Ese bebe llegaría en poco tiempo y aunque le hacía feliz esa idea sabía que lastimaría a otras personas, como a Annabell...

Debía buscar la forma de alejarse totalmente de ella y dejar que hiciera su vida totalmente lejos del infierno que era él.

Algo se le tenía que ocurrir. Esa debía ser la última vez que estuviera con ella, no podía pasar de ahí.

Luego se le ocurriría algo, por ahora solo quería tenerla una vez más para él. Que fuera suya una vez más...

No sentía amor. Pero sentía una gran necesidad de cuidar de ella, de velar por su seguridad y su bienestar.

Camine hacia la cama y me coloque a su lado. Me acerque a sus labios y la bese suavemente para que despertara.

- Adler, wow ¿Qué hora es?- me pregunto abriendo lentamente sus ojos.- ya es de noche...

- Son las ocho de la noche, muñeca.- bese su hombro suavemente.- ¿dormiste bien?

- De maravilla.- sonrió de una manera que mataría a cualquiera que la mirara.

- ¿entonces puedo hacerte mía una vez más?- me coloque sobre ella y besaba su cuello.- por favor...

- Sabes que sí- ella acariciaba mi espalda suavemente- ya soy tuya desde hace tiempo atrás, de nadie más...

- ¿Qué quieres decir?- me separe un poco de su cuerpo para mirarla a los ojos.- Annabell ¿no has tenido más...?

- No. Desde hace casi 7 meses que solo he tenido relaciones contigo, desde aquella vez en la fiesta de fin de año no he estado con nadie más.

- Annabell, ¿tú eras...?

- No Adler, claro que no era virgen. Pero tampoco estoy con cualquiera a cada rato. No soy de esas.

- Entiendo...- me quite de encima de ella para acostarme en la cama.- ¿Por qué sigues viniendo a verme, Annabell?

- Yo... realmente no lo sé.- ella miraba al techo para no mirarme a los ojos.- contigo me siento bien, sexualmente hablando, no sé porque no dejo de venir si tú ya tienes familia. Sé que todo esto está muy mal, pero no puedo parar.

- Deberíamos parar. Esto debe acabar.- le dije sin más, sin pensarlo, sin tiempo para arrepentirme.- creo que debe ser la última vez que estemos así.

- Yo...- maldición, su voz se entrecorto.- estoy de acuerdo, Adler. Será la última vez.- se levantó de la cama tapándose con las sabanas.- tomaré una ducha rápida y me iré.

- Annabell.- la tome del brazo suavemente.- aún no se acaba el día.- bese su cuello.- aún puedo hacerte mía...

- Adler, si paramos de una vez será mucho más fácil.- se alejó de mí y seguía abrazada a su cuerpo.- será menos... complicado.

MellerWhere stories live. Discover now