Capitulo 6

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—Katarina necesito que te calmes y me escuches—

Katarina tocaba las compresas de  hojas en su brazo...

—Este tipo de curación...— se exaltó y busco algo en sus costados—Donde, ¿¡Dónde están!?—

Katarina buscaba sus dagas, sabía que el tipo de hierbas que tenía en su brazo pertenecía a la  medicina ioniana, en especial por las hojas, gruesas y lisas...

—¡Katarina cálmate por favor!—Riven intentaba tranquilizarla

—¿Como es que llegamos aquí...?—se levanto

—Te explicaré todo, saldremos de aquí pero por favor, baja la voz, podrían escucharnos.—

La pelirroja estaba confundida, no entendía que había pasado, no sabía que es lo que sucedía en ese momento, estaban en la casa del enemigo y aún seguían con vida. Alguien tocaba la puerta.

—Solo sígueme la corriente—le decía en voz baja, camino y abrió la puerta.

La señora entro y su esposo permanecía al fondo cuidándola.

—Buenos dias, ¿Cómo están? ¿Están mejor? — pregunto la señora

—Si, muchas gracias, al parecer su remedio funcionó.—

—¿Te sientes mejor?— la señora se acercó a Katarina, intentando tocar con su mano la herida.

Katarina veía de muy mala gana a la mujer, no quería dejarse ver.

—perdonela es algo...insegura—

—No es problema, pero será mejor que pasen a comer, les estaremos esperando—

La anciana salió de la habitación, Riven cerró la puerta.

—Quiero una buena explicación de todo esto— la miraba enojada.

—En resumen estamos a las afueras de Ionia, estás personas hablan el idioma general así que estamos algo alejadas de su capital, no saben que somos noxianos, no deben saberlo—

—Que inteligente tu pla... Aghhh— punzadas molestaban su brazo.

—Katarina solo has  caso y sígueme el juego, no creo que nos descubran, ahora... vístete—

—Soldada noxiana, de élite, una de las mejores, que carga una espada más gigantesca que su propio cuerpo y...¿No pudiste solo matarlos y tomar la casa?—

— Con varias tropas de soldados marchando en los alrededores y ¿Contigo en los brazos?, Veo que tampoco eres muy inteligente —

—¿Que dijiste imbe..?—

— Ya, Obedece — soltó sus nuevas prendas en la cama.

Tras media hora de silencio en el cuarto, bajaron a la sala de estar, la casa no era muy elegante, sus paredes eran de madera y se dibujaban pequeños surcos en el suelo gracias a la humedad por la lluvia. Tenía 3 ventanas y una puerta igualmente hecha de madera.

— Aún sigue lloviendo — decía la peliblanca al asomarse por una ventana.

— No dejara de hacerlo hasta mañana — el señor miraba con desconfianza, no les había quitado la mirada de encima desde que bajaron.

— Tomen asiento porfavor —dijo amablemente la señora.

Katarina y Riven se sentaron en unos pequeños cojines, y el comedor quedó en silencio.

— Y ...díganme, ¿Se sienten mejor?—

— Si muchas gracias —

—¿Desde hace cuánto que llevan casados?—

— Casad.... Ah, si, pues — miraba nerviosamente a Katarina temiendo que fuera a decir algo al respecto ya que aún seguían pensando que Riven era hombre por su aspecto — Tres, Tres años.—

— Si, trees duros y largos años... — respondio Katarina mirándola de mala gana.

— ¿Por qué en estos días que llevan aquí nunca te he visto besarle ?—

— ¡Harold! —

—¿ Que?, Es normal que una pareja de "casados " lo haga —

Las mejillas de Riven comenzaron a ponerse rojas, por otro lado, Katarina solo había soltado la cuchara, haciendo así un gran ruido.

Ambas se miraron

—¿Cuando cree que nos puedamos retirar?— pregunto la pelirroja, levantándose  y dándoles la espalda.

—Quizá mañana por la mañana—

—¿Mucha prisa? —

— Harold son cosas que no te interesan—

—No se ven cariñosos, no dicen apellidos, ni sus casas de procedencia, llegaron de la nada y van...a la nada — se levantó de la mesa tomando su bayesta.

—Realmente no le veo la importancia, pero ya que insiste ...— Katarina puso sus manos atras de su espalda, como si fuese a sacar algún objeto.

Riven estaba a su lado y esperando lo peor y que fueran descubiertas la tomo de el suéter que tenía puesto y la besó, sus labios habían hecho contacto, tantas veces Riven había deseado hacerlo...

Le soltó 

— venimos de asegard, cerca de la costa, buscamos tesoros, reliquias antiguas  y en una cueva salimos heridos buscamos refugio y los encontré a ustedes y ustedes nos socorrieron, eso es todo, me temo que nos retiramos  gracias por su hospitalidad.—

—Por favor, por favor, disculpen la inseguridad de mi esposo el...no sabe tratar a las personas— lo miraba enojada —por favor, al menos quédense con nosotros esta noche.

Riven miro a la ventana y vio que la lluvia no cesaba
—Esta bien, supongo que no hay de otra...—

Sin más, las dos subieron a la habitación.

Solo se escuchaba el cantar de los grillos, hasta que una de ellas dos rompió el silencio.

—¿Y que?, ¿Ahora me vas a violar? Solo para demostrar que somos pareja en esta fachada tan ridícula que tienes.— la miraba recargada en la pared.

—Tenia que hacerlo, no quiero que nos descubran, Katarina entiende que estamos en desventaja—

—¿Y por eso tenías que besarme?—

Riven dejo de discutir, se acostó en la cama y se tapó hasta la cabeza, realmente estaba muy roja de sus mejillas de tan solo recordarlo, pero al mismo tiempo se sentía mal de solo pensar en lo que hizo.

Al día siguiente las dos habían marchado, rumbo a su base, Katarina había ubicado el camino gracias a una serie de sombras que se ven a la primera hora del día.

El silencio invadía el lugar así como el duro sol y el calor.

La Hoja Con Mas Filo [ Riven X Katarina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora