La Hoja Con Mas Filo [ Riven X Katarina]

Capítulo 8

Actualmente

Los primeros rayos de sol iluminaron aquel obscuro sitio, donde no había más que húmedad y rocas, las chicas habían logrado esconderse de la fría noche en alguna cueva, no muy lejos de a dónde iban.

Riven sintió una incómoda sensación recorrer toda su frente, escuchaba los pasos de algún animal, pero no quería despertar, se sentía agotada y débil.

Levanto su mano y quito un mechón de su frente, al mismo tiempo que se quitaba el insecto que traía en la cara.

Se recargo en la pared de piedra de la cual caían pequeñas gotas resbalando por sus superficies, miro a un lado, al otro y parecía haber algo que se le había perdido.

—Es cierto—recordó

A su derecha debía estar su supuesta compañera, pero no era así, Katarina no estaba.

—Mierda con esa est...— pauso sus palabras.

Katarina estaba refrescando su cuerpo con un pequeño chorro de agua que caía de alguna estalactita, se quitaba el lodo y sudor, no tenía más que el pantalón puesto, eso era más que suficiente para que un hombre tuviese cierto efecto en sus pantalonsillos.

Riven conocía perfectamente el cuerpo de una chica...ella lo tenía, aunque en ocasiones las personas la confundieran con un hombre, así que no debería causarle asombro alguno, o eso creía, hasta que sintió como se aceleraba su ritmo cardíaco cuánto más tiempo duraba viéndola.

—¿Y bien?— pregunto katarina.

—¿Que?—respondió nerviosa.

—¿Cuanto tiempo mas crees que tardemos en llegar?—

—D-dos días quizás —el agua helada de una charca, la hizo despertar.

Katarina dejo el chorro de agua y camino hasta donde estaba su compañera.

—¿Podrias hacerme el favor?— se volteó y mostró una pequeña cortada en su espalda —No la logró alcanzar, necesito que me pongas esta pasta —

Riven intentaba untar la pomada hecha con algunas hierbas silvestres, con cuidado de no hacerle mucho daño.

—¿No podrías...presionar más?-la miro de reojo —¿o a caso tienes miedo de lastimarme o algo así?—

Riven noto que su brazo temblaba un poco, quizá era la falta de alimento, por la perdida de energía, o tal vez el tener la espalda desnuda de katarina al frente.

—Disculpa— presionó.

—Sss—haciendo una mueca de dolor—bien hecho—

Katarina se vistió y riven solo la esperaba en la entrada, buscando algún lugar o montaña. Al momento comenzaron a andar, las tripas de riven gruñian.

—Extraño la comida de la señora— dijo la peliblanca.

—Realmente no cocinaba mal-su estómago también soltó un pequeño rugido— Creo...creo que hay que buscar algo que comer -

—Honestamente no creo que encontremos nada en este bosque, hasta dentro de unos 15 kilómetros—

—Lastima—

10 horas duraron caminando a la par de un río.

—Riven—susurro tomándola del brazo.

La peliblanca volteó, para luego mirar al frente y observar que cosa le apuntaba katarina con la cabeza.

Un ciervo asomaba sus grandes astas mientras rumia las hojas verdes de un pequeño árbol, no era muy grande, pero tampoco una presa fácil.

Riven saco su espada y sigilosamente subió a un árbol que se encontraba atrás del ciervo el cual se entretenía comiendo.