Capitulo 12

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El cielo estaba gris, cubierto por las cenizas que caían como copos de nieve en una tarde fría, formaban montones en la arena que estaba manchada con sangre, cuervos volaban alrededor, no había nadie más que ella.

Riven estaba incada frente a su espada, su cabeza estaba baja, sus cabellos que antes eran blancos ahora estaban opacados,  largas líneas de sangre bajaban desde su cabeza hasta su cuello, se detenía en sus ropas que absorbían el color carmesi, dejando una gran mancha.

Pasaban horas y riven no se movía, el dolor no la dejaba levantarse, levantó su mirada y miró su espada.

—¿Por qué? — exclamó en voz baja.

Miró a ambos lados y solo había cuerpos desmembrados formando charcos de sangre y arena.

—¿¡Por qué!? — grito más fuerte.
—¿!POR QUE YO NO, MALDICION!?—

Tomo la espada entre sus dos manos y la azotó con fuerza en el suelo usando lo último que le quedaba de energía, la espada cayó lejos, riven permaneció en el mismo lugar incada en el suelo mirando la ceniza.

—Días atrás —

Desde ese día que ahri las había interrumpido Katarina se comportaba de una manera diferente, más seria e igual de cerrada  que antes.

Cuando Katarina había despabilado en aquel día lo primero que intento fue apuñalar a la kumiho , hubo tal pelea que riven tuvo que ponerse de por medio, nuevamente seguía sin saber a qué se debía la discusión entre ellas dos.

Riven intentaba saber que era lo que le sucedía, la invitaba a tomar un trago, luego pensaba que no era algo muy galante para una dama, la invitaba a un paseo a otro lugar decidida a entregarle flores que ella misma había cortado, fracasaba y  recordaba que Katarina No era ese tipo de mujer que se entusiasmaba por cosas románticas así que se volvía a estancar en el inicio.

Por si fuese poco, habían varias veces que Katarina desaparecía por más de 2 dias.

Los días parecían más estresantes, conforme avanzaban, el mando noxiano dictaba nuevas órdenes, invadir jonia era la más importante de ellas, existía una energía especial en ese lugar, le blanc que siempre tiene el ojo en lugares con potencial, sabía que el control de esa energía conllevaba a un poder inmenso y como siempre la avaricia y el deseo de poder era mayor a la preocupación que la guerra conlleva.

Riven, responsable y al mando de sus hombres, fue encargada de guiar una parte del ejército, introduciéndolo por tierras desconocidas, transportando un valioso químico el cual fue producto de un tratado con zaun.

Ella sabía que nada bueno podía venir de entrar en una tierra desconocida, pero por su capacidad había sido seleccionada para ello. No parecía una tarea difícil, más bien era como una misión secreta, pues ya estaba acostumbrada a estar de frente con el enemigo.

Katarina, Talon, entre otros, fueron asignados a diferentes tareas, está guerra era demasiado importante y por ello también debían hacerse cargo de su peor enemigo, demacía.

Riven— hablo uno de sus compañeros. —¿Te sientes bien?— pregunto

—Es solo que no pude despedirme de ella — contesto sin dejar de mirar al frente fijamente.

—Ah... Te refieres a la ... Mmm... Pelirroja ¿no es así?—

Riven sonrió de lado y volteó a verle

—Si—

—creo que cambiaste desde ese dia en el que tú y ella se quedaron juntas—

La Hoja Con Mas Filo [ Riven X Katarina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora