Miedo a la Soledad.

Capítulo 7 - No estoy bien.

Narra Hideki.

Dejé a Shizuka con ese idiota, enserio quería quedárme con ella pero después de que me pidiera irme, no tenía opción.

Iba camino a casa, estúve muy preocupado y distraido todo el camino, pero después de unos minutos estaba parado en frente de la puerta de mi departamento.

Saqué mis llaves y abrí, todo estaba ocuro y hecho un desástre como siémpre, ¿porque?, porque mi padre de seguro había bebido.

Seguí caminándo y encontré a mi padre tirádo en el suelo, parecía estar dormido pero solo descansaba, me acerqué y dije.

Hk- Padre, ya estoy en casa.

P/H- Oh Hideki, ¿cómo te fue en la escuela? Hiciste más amigos?
-dice embriagado-

Hk- Todo bien, ahora venga y valla a la cama, no debe dormir en el suelo -tomándolo del brazo-

P/H- Mi hijo tan bueno -se apoya en el y se levánta- no se que haría sin ti Hideki.

Hk- ignora sus palábras- Vamos -lo lleva al cuarto, cuando llegan lo recuesta en la cama-

P/H- Gracias, ahora dormiré un poco -cerrándo los ojos-

Hk- Si, no se preocupe y descanse -tapándolo con una manta para después salir del cuarto y cerrar la puerta-.

Tomé mis cosas y me fuí a mi habitación, las deje caer al suelo y me acosté en mi cama.

Hk- Ahh -suspira-

Siémpre que llegába a casa era lo mismo, todo el apartamento era un desástre, ya que mi padre se desquitaba con las cosas.

Mi padre Fujita Takahashi, era un hombre de hogar y con un muy buen trabajo, gracias a el mi niñez fue increíble, ¿porque?, porque si no me hubiera ayudado en aquel entonces, no sé que sería de mi en estos momentos.

Yo fuí abandonado en un templo, las personas de este me ayudaron pero al pasar los años, decidieron que no era lo correcto vivir ahí, ya que no podría estudiar por sus bajos recursos y además, no tenía el amor de una familia.

Empezáron a buscar casa para mi, cuando este hombre llegó. Mi padre era amigo del encargado del templo y al verme no dudó en llevárme a casa.

Mi padre estába casado con una bella mujer llamada Yoko, ella me resivió con los brazos abiertos y me trataba como su hijo de sangre.

Ellos no tenía hijos, ya que mi padre era fertil y justo buscában a un niño en adopción.

Toda mi infancia fué feliz, ya que estaba a lado de una buenas personas, pero los problemas empezáron a aparecer.

Mi madre Yoko, empezó a portarse muy diferénte conmigo, tanto que llegó a dejárme dormir fuera de la casa cuando mi padre se quedába en su trabajo toda la noche, esos días eran horribles para mi, yo al estar acurrucado en una esquina con frío, miedo de que alguien me atacara y la tristeza de como me tratába mi "madre" Yoko, era el peor pensamiento para mi.

Mi padre empezó a darse cuenta de lo que ocurría y comenzáron las peléas entre ellos, mi padre me decía que me fuera a mi habitación y que no saliéra pero la casa era muy pequeña y todos sus gritos retumbában en esta.

Fj- ¿¡Porque lo trátas asi!? Es solo un niño!

Yk- Porque no lo quiero! Ya no lo quiero aquí! No lo quiero ver!

Fj- ¿Pero porque!?, ¿Que te hizo!?

Yk- Me quitó tu atención! Solo te preocupas por ese niño, ya ni siquiera me miras! ¿Como quiéres que no me enoje!?