Fallen Angel [ambreigns]

Duality

Esta historia originalmente tiene un epílogo que hice por San Valentín, pero dada la fecha actual y los pocos lectores es innecesario publicar el epílogo, así que este es el episodio final, espero que les guste xD

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—¡ROMAN!— El sonido de mi propia voz me despierta.

Casi en el mismo momento, Seth entra en mi habitación.

—Pensé que Roman había encontrado el camino de regreso,— dice Seth en voz baja.

Parece una fantasía Hace una semana fue el día más feliz de mi vida. Había aceptado mis sentimientos por la criatura más preciosa que mis ojos habían visto jamás. Hace una semana, él era el ángel que iluminó mis días. Hace una semana hicimos el amor.

Hace una semana lo perdí...

Suspiro. He estado teniendo pesadillas desde esa noche. Dejé de ir al trabajo, dejé de cuidar de mí, dejé de contestar el teléfono. Seth estaba preocupado y esta mañana vino aquí. Él limpió el desastre que hice cuando me di cuenta de que no había forma de encontrar a Roman. Destruí toda mi casa, las únicas cosas que no toqué fueron la cama, las sábanas y su ropa, todo aquello que huele a él.

La ira y la frustración que siento son tan poderosas que no solo destruí mi propio departamento. También golpeé las paredes, y ni siquiera he sangrado. Mis manos deberían estar lastimadas, pero estoy bien. A quien le importa...

Los primeros tres días tuve la esperanza de encontrar una manera de encontrarlo. Después de eso, me di cuenta de que era imposible. Ahora estoy solo en mi cama, sosteniendo su almohada, enredándome en sus cosas personales. Las cosas que compré para él. Es extraño, incluso si sé que no hay forma de que pueda encontrarlo... aún puedo sentirlo. Su olor en las mantas, en la ropa que vestía. En las hermosas plumas que perdió esa noche. Su calidez en el interior en mi cuerpo. Seguro que suena raro, pero todavía lo siento.

—Es un ángel, no el demonio que esos cabrones dijeron.

Seth se sienta suavemente a mi lado.

—Dean... tú...— Seth está muy nervioso. —Dijiste que los otros tipos alados te dijeron que Roman es un demonio. Y no cualquier demonio, él es el demonio más peligroso del universo. Tal vez crees que no es pero, tal vez, solo tal vez esto es lo mejor.

No puedo ver mi propia cara, pero estoy seguro de que la mirada asesina que dediqué a mi mejor amigo debe haber sido abrumadora. Solo terminando su declaración lo miré y él huyó. Literalmente saltó de mi cama en el momento en que mis ojos lo miraron. Él ahora está de pie frente a mí.

—Dean, podrían haber destruido todo el planeta hace una semana. Sé que estás locamente enamorado pero... podríamos estar muertos ahora.

—Es por eso que el demonio poderoso y malvado se rindió y permitió que esos cabrones lo encadenaran y castigaran.— Escupo con amargura pura. —Si él fuera esta criatura malvada, todos nosotros estaríamos muertos ahora Seth. Él nunca hizo ningún daño a este mundo. Literalmente puso su cabeza en la guillotina por nosotros. ¡Ese es tu demonio!

—Bueno, ese es un buen punto. Lo siento,— murmura.

—Ya no lo llames demonio.— Hablo casi apretando los dientes. —El demonio que destruyó los mundos ya no existe. El demonio murió en el momento en que borraron sus recuerdos. Esta nueva persona, la criatura que encontré y que salvó nuestros traseros hace una semana no es un demonio. Es un ángel, eso es lo que creía ser porque así se lo dije. Era un ángel porque lo bauticé como uno. Ya condenaron al demonio y fracasaron en su maldito castigo y ahora su manera divertida de arreglar este desastre fue condenar a mi ángel.