3. Así es

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Divertido...Ese momento fue sumamente alegre y gozoso.

Sentir el aire moviendo su cabello, como chocaba contra su rostro para refrescarle y por primera vez en tanto tiempo poder disfrutar cada segundo de ello.

Soltó una gran carcajada que provocó un alegre sonido de la yegua.

Epona alcanzó una velocidad sorprendente y con gran habilidad cambiaba entre las pequeñas depresiones de la pradera, nada que la joven yegua más prometedora del rancho Lon Lon no pudiese lograr.

Pero en esta ocasión era totalmente diferente. No existía ninguna prisa, ni una cuenta de tiempo ni una luna gigante que buscase estrellarse en Termina.

No había preocupación, no tenía que tocar la canción del tiempo o la de doble tiempo para poder ayudar a todos.

Solo eran el y Epona, juntos hasta el fin del día. Podían darse el lujo de tontear y jugar, tenía hoy para sentirse libre. No sería el señor héroe, no sería una esperanza ni elegido y no sería un monstruo...

Un monstruo...

¿Lo era acaso? Las palabras retumbaron en su mente causando de nuevo caos y dolor.

Golpeó suavemente el costado de Epona para pedirle que bajase la velocidad. Un poco confundida cambió su movimiento a un simple trote tratando de obedecer a su amo.

De nuevo esos pensamientos se adueñan de todo y lo sucumben a la terrible oscuridad donde es aprisionado.

"¿Será que tenga razón?"—

Realmente esa nueva aventura fue una de las peores experiencias de su vida y a pesar de que todo salió lo mejor que pudo salir... Aún rondaban esas palabra tan dañinas cual daga en su carne.

"Si, claro ¡El señor héroe me va a vencer! Como si esas máscaras no fueran el reflejo del sufrimiento"

Ante este recuerdo esos orbes inocentes se llenan de lágrimas y la congestión inminente. Él no podía hacer más, estaba harto y hundido en lo más profundo.

Ningún título, ningún premio y ninguna bendición podrían sacarlo de aquella amargura que se apoderaba lentamente de su vida.

Epona siguió su camino, sin respuesta u orden por parte de su amo se limitó a trotar lentamente.

Pero otro recuerdo atraviesa su memoria, logrando así extender la herida...

"Tienes que volver a tu tiempo... Vivir tu niñez"

•••

¿Qué pasó?—  Una voz se cuestiona.

La inmensa oscuridad impedía distinguir con claridad los pensamientos y la energía que giraban alrededor de una pequeña burbuja azul.

Le era incierto el transcurso del tiempo actual y todos los sucesos que pasaron durante su pequeño despertar. Tenía milenios de estar solo y confundido, sumido en sus propios recuerdos formando así su castigo.

Pero ahora tomó el cuerpo de algún tipo de héroe.

Fue algo muy extraño, pues sí enfrentó a Majora y disfrutó cada segundo de su castigo. Ese bicho rastrero se lo merecía.

Sin embargo, el cuerpo no le obedecía. Por más que forzará para realizar todas las locuras que se le vinieran a la mente ... Algo ... ¡Algo se oponía! Le rechazaba con tanta voluntad. Fue realmente impresionante y se ganó su respeto.

Aunque se trató de un momento tan fugaz, un sentimiento de amargura se impregnó en su ser. Era extraño y horrible que un simple mortal pudiese experimentar sentimientos de tan alta oscuridad.

La probabilidad de que ese mortal tomará una decisión fatal es altísima.

—Pero ... ¿Que puedo hacer? Al final, es su problema— suspiró cansado. Trazó con firmeza las marcas que adornan su rostro para así relajarse un poco.

•••

Cremia estaba totalmente decidida. Subió las escaleras con firmeza y sin perder tiempo se colocó frente a la puerta de la habitación del fondo.

Antes de tocar la puerta se sacudió un poco el mandil y acomodó su cabello. Si quería que esto funcionará debía estar lo más tranquila y convincente posible.

Tocó la puerta usando una leve tonada. Desde pequeñas habían acordado que ese toque sería usado para notificar emergencias y era solo entre ellas.

Esperó con impaciencia a que la puerta fuera abierta por Romani. Movía su pie derecho con intensidad mientras mordía sus mejillas. Cuando acercó de nuevo su puño con la misma intención, el sonido de desbloqueo le sobresaltó.

—... Pasa...— susurró triste la menor.

Al fin dentro inspeccionó lentamente el lugar, en busca de algo para relajar el ambiente.

Romani tenía la cabeza gacha, sentada en el rincón de su cama intentando ocultarse de todo. Con su nariz roja y todo el rostro irritado la pobre niña de nuevo pasa por una crisis.

La mayor posa su mano en una pequeña repisa y con delicadeza desliza sus dedos hasta llegar a una pequeña muñeca de piel porcelana y ojos saltones.

—¿Sabes? ¿Hace cuánto tiempo que no nos divertimos?—

La pregunta sobresaltó a la menor —N-no, Romani no sabe— contestó nerviosa.

—Bastastante, desde que papá se fue nada es igual—

—...Supongo que si...— suspiró la menor.

Entre sus manos Cremia tomó a la muñeca mirándola con ternura y nostalgia.

— Papá decía que la mente ocupada era la cura a muchos males— contó para después girar a ver a la pequeña — Así que a partir de ahora vamos a ocuparnos—

Confundida, Romani torció sus labios y refutó — ¿Ocuparnos? ¡Siempre estamos ocupadas! Si no es la entrega, son los animales, si no son los animales ¡Son las tareas de la casa!— sus manitas formaron un puño para golpear la pared —¡A QUE TE REFIERES CON OCUPARNOS!—

Después de ese grito las lágrimas se escaparon. Impotente, así se sentía desde que son "equipo", nunca había tiempo de nada porque primero era sobrevivir y el rancho. Pero tampoco es como que lo entendiera ¿Por qué?

Cremia caminó a la cama y tomó asiento cerca de su hermanita. Alzó la muñeca y fingió la voz — Romi-Romi ¿No quieres ir al festival con todos tus amigos? ¡Van haber muchos dulces!... ¿O Romi-Romi no quiere ir?—

De inmediato, la pequeña Romani taclea a Cremia en un fuerte abrazo entre sollozos.

—¿E-es verdad? ¿R-romani y Cremia se van a divertir?—

Dejando la muñeca en la mesita de noche dice —Si, vamos a divertirnos como antes—

Con ternura besa su cabeza y le dedica una sonrisa.

—¿Y Link también podría ir?—

—Claro, Link también vendrá—

The Dawn Of The EvilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora