22.- Cena

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Una fuerte guerra de miradas se llevaba a cabo en la entrada de esa casa, dos hombres, uno más mayor que el otro, eran las dos personas que desarrollaban aquel duelo.

-Me imagino que tú debes de ser Alaude Hibari ¿No es cierto?

El mayor de los dos hablo primero analizando al rubio platinado que tenía delante suyo.

-Sí, así es, y usted debe ser el noveno jefe de la familia Vongola y por consiguiente el padre de Giotto, Timoteo Di Vongola.

El ya anciano asintió sin dejar de mirar al contrario.

Alaude por su parte también se mantenía pensativo con respecto al hombre que acababa de conocer, literalmente que acabo de conocer, puesto que no habían pasado ni 30 segundos desde que le abrieron la puerta.

Y por otro lado, cierto doncel de rubia cabellera antigravitacional solo era el espectador de aquel encuentro al que los otros dos ignoraban.

Veía todo con los brazos cruzados tras su espalda y una sonrisa nerviosa en el rostro.

-Bueno... Creo que esto va bien.

Cierto gemelo menor comenzó a charlar con su pareja mientras veían la escena que se llevaba a cabo desde una distancia prudente para evitar el posible peligro.

-¿Tu crees? Yo difiero...

Tsunayoshi Di Vongola, conocido en el mundo normal como Sawada Tsunayoshi y por los cuadernos de varias forma como: Tunita, el conejito, Tuna o El estudiante uke adorable definitivo dio su punto de vista.

-Si, después de todo, la casa de la tía Nana sigue de pie.

Kyosuke dijo con una sonrisa y Tsuna no tuvo de otra mas que asentir dándole la razón.

Poco después de que ellos llegaron, su madre tuvo que ceder a las insistencias de su abuelo, por lo cual había llamado a la casa de los Hibari para que su padre y Fon fueran a cenar a la casa de su tía esa misma noche y que al fin pudieran conocerlos, pero al no mas había empezado aquella guerra de miradas tan intensa.

-¿Cuanto va a durar esto?

Pregunto un doncel pelilargo mientras era colocado en la silla de ruedas que usaría mientras sus heridas no mejoraban después de ser bajado del auto en el que habían llegado.

-Si nadie los detiene.... Tal vez horas.

Respondió alguien que era conocido en el bajo mundo como El mejor Hitman del mundo ay muchas cosas wuuu, Reborn.

-¿Tanto?

-Nono no es de los que se rinden o aceptan derrota fácil, y si bien no conozco a tu padre me hago la idea de que el es igual, y considerando que Giotto esta de por medio, sus genes de Esposo/Padre celoso deben haber despertado ya, en estas situaciones, la única que podría darle fin seria...

Justo en ese momento se escuchó un aplauso en la entrada lo que hizo que tanto Alaude como Nono dejaran de mirarse mutuamente para pasar a mirar a la perpetradora de aquel sonido, una mujer castaña de ojos cafés con una alegre sonrisa en el rostro.

-Ara ara, dejen de pelear como niños y mejor vengan a la mesa, la cena ultra especial que hice ya esta lista.

Y asi Nana regreso a la cocina sin decir nada mas.

-Si, justo ella.

Hablo Reborn antes de empezar a llevar a su novio a la cocina junto con los demás.

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Hubo un silencio tenso mientras que todos se sentaban en la mesa y Nana comenzaba a servir la cena.

-¡Tía Nana! ¿Qué cenaremos hoy?

[KHR] Misión Fallida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora