[KHR] Misión Fallida

12.- Especial 1: Alaude.

-Giotto.... Quiero que te cases conmigo.

Cierto rubio platinado pronuncio aquellas palabras frente a la persona que amaba, un chico de cabellera antigravitacional rubia y de ojos azules.

Aquel sujeto de nombre Giotto sonrió con cierta tristeza antes de decir.

-Alaude.... Yo te amo, no tienes idea de cuánto... Pero... No, no puedo casarme contigo, algo me lo impide... Algo que es mucho mas fuerte que yo...

El mayor abrió los ojos con cierta sorpresa.

Definitivamente no esperaba esa respuesta...

Giotto suspiro al ver la expresión de su pareja y volvió a hablar.

-Oye, tu no necesitas de un simple papel firmado para saber que te pertenezco, ni para tenerme a tu lado, ni para cuidar a tus hijos ¿Entiendes? Somos felices asi como estamos, casarnos o no no cambiará nada ¿Verdad?

Alaude suspiro y luego asintio, mas al darse cuenta de algo alzo una ceja y habló

-Espera, nosotros no tenemos hijos.

El rubio menor sonrió con algo de burla y tomo la mano de su novio.

-¿No? ¿Seguro?

Giotto llevo la mano ajena a su vientre y con solo esa acción Alaude entendió perfectamente a que se refería.

-Giotto... Tu estas...

El nombrado no dijo nada, solo sonrió aun más y tras eso recibió un fuerte abrazo de su pareja.

Ese día tal vez no se realizó ninguna boda, pero sin lugar a dudas aquella pareja se unió mucho más a partir de ese momento.

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-Giotto....

-No... ¡No lo acepto! ¡Kyosuke! ¡¿Por qué?! 

El peor dolor que puede sufrir un padre es el de perder un hijo y desgraciadamente eso era lo que ellos dos estaban pasando en esos momentos.

Unos años después de la llegada de su primer hijo al cual llamaron Fon, Giotto dio a luz a gemelos, dos pequeños idénticos aunque muy diferentes a la vez, sin embargo, el menor de ellos había dejado el mundo hace pocos días, cosa que los tenia devastados.

Fon miraba con tristeza como su madre lloraba de forma desconsolada y como su padre intentaba calmarlo en vano, luego viajo su mirada al bebé de solo un año que aún recostado en su cuna parecía estar buscando algo o mas bien a alguien con la mano, comenzó a desesperarse por no encontrarlo, ante esa visión el también comenzó a llorar, pues sabía que ese bebé ya nunca iba a encontrar a quien buscaba, pues ya no estaba más en su mundo.

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Unos 3 meses después de aquella tragedia, en una noche que parecía normal, la familia se encontraba cenando de forma tranquila, o bueno, de forma Relativamente tranquila, pues había algo que preocupaba al padre de ellos.

-Herbivoro, ¿Pasa algo? Estas muy pensativo desde que volviste de hacer las compras.

Giotto no le respondió, siguio viendo su plato y picando la comida con el tenedor, hasta que un segundo llamado por parte de Alaude lo trajo de vuelta a la realidad.

-¡Giotto!

-¡¿Eh?! ¿Que? ¿Que pasa Alaude?

El platinado fruncio el ceño ligeramente.