El bosque se esparcia a mi alrededor como aire fresco, la brisa acariciaba mi rostro de manera fina y especial.
Vislumbre una silueta detrás de un árbol y algo en mi interior se estremeció, tenía miedo mucho miedo.
—no tienes buenos sueños últimamente, por lo que veo —su voz me era familiar.
—déjame sola —apenas y podía articular una palabra, sentía como casa poro de mi piel se erizaba.
—Alek viene pronto y... Debes controlarte —salio de las sombras y descubrió su rostro dejandome admirarlo, su cabello caía de manera perfecta en su frente, aún en la oscuridad se podía ver los reflejos rojizos de su cabello y sus ojos color marrón me miraban con detenimiento.—Amelie, por favor controlate —suplico.
—¿que? —negué con la cabeza no podía entenderlo.
—solo Alek y tu son de linaje real —y después se desvaneció.Corrí para querer alcanzarlo pero simplemente desapareció.
—¡Espera! ¡No te vaya! —grite.
Pero fue inútil, el se había ido y yo solo me quedé estática, ¿que había sido eso?
Me levante de golpe con la respiración entre cortado pensando en que había sido aquel sueño, ¿había sido real? ¿La advertencia?
—Amelie, ¿Estas bien? —Leroy abrió sus ojos con dificultad y solto un pequeño bostezo.
—si, lo lamento no quise despertarte —dije en susurro.
—ahora duermo mucho mejor que estas conmigo —sonrió con nostalgia.¿La habrá pasado mal? Quizás no tanto como yo, había extrañado estar a su lado, su aroma embriagador que hacía que perdiera la cordura.
—lamento haberte hecho daño —sonaba culpable y sincero.
—y yo lamento haberme ido de tu lado —susurre.
—tenías toda la razón de hacerlo, fui un Imbécil —acaricio mi rostro y me beso con pasión y deseo.Éramos uno solo y podía sentir su amor, deseo y pasión, el también podía sentir mi alegría y mi deseo por el.
—te necesito tanto —dijo el con su voz ronca.
—aquí estoy —dije jadeante.El sol resplandecía con alegría y yo solo miraba a Leroy junto a mi, se veía tan tranquilo y relajado, me gustaba verlo de esa forma.
Me levante con cuidado de la cama para no despertarlo y sonreí al recordar lo que hicimos en la madrugada, con Leroy jamás me sentía aburrida.
—que animada —Ivonne me miraba con picardia y yo me sonroje al instante.
—¡Ivonne! —chille.
—tranquila, no dire nada —dijo ella encogiendose de hombros.Preparamos el desayuno y nos sentamos minutos después.
—¿Estas segura? —pregunto.
—claro, me gusta este lugar me siento... Como en casa —dije con una sonrisa triste.
—después de esto todo será mejor, solo resolveremos este pequeño problema —dijo ella guiñandome un ojo.Comimos y lavamos los platos cuando un aroma invadió mis fosas nasales.
Era dulce, sentía deseos incontrolables de degustar ese aroma, mi cabeza daba vueltas y mis ojos cambiaban de color.
—¡oh no, mierda! —grito Ivonne preocupada.
Salí con paso torpe al patio sintiendo atracción a ese lugar por su aroma.
—lo lamento tanto Amelie, no puedo controlarlo —mi loba me miraba apenada.
—¿que pasa? —pregunte asustada.Me transforme y corrí por todo el bosque buscando de donde provenía ese aroma, hasta que por fin lo encontré.
—no puede ser —era Alek que estaba frente a mi con un pequeño grupo de quizás brujos o ¿hadas?
Todos llevaban una capucha negra que tapaba sus rostros, todos ellos emanaban un aroma dulce que tenía que degustar... No, ¡no!
—e sido paciente Amelie pero se me está agotando la paciencia, es hora de que veas cual es tu verdadera naturaleza —hablo el con voz apacible.
Gruñi mostrando mis dientes y contuve todos los deseos de abalanzarme sobre ellos, no tenían la culpa, no podía matarlos.
Mi loba se estaba conteniendo y era doloroso contener los deseos pero tenía que ser fuerte.
Alek hizo que todos me rodearan y así el aroma se hacía mucho más intenso.
No pude más y me abalanze sobre uno de ellos pero me detuve al instante al ver que todos estaba amordazados y atados.
Retrocedí mientras que mi loba gemia de dolor, me sentía débil, vulnerable... Alek sonrió de lado y me disparo con una especie de sedantes pues sentía como poco a poco mis ojos se cerraban y todo después fue oscuridad.

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Secreto
WerewolfHabía un secreto que Amelie ni siquiera se imaginaba, algo que ella hubiera preferido jamás saber. La luna llena dejo al descubierto todos los secretos que ella no imaginaba y todo pasó en el profundo del bosque, ¿que harías cuando todo lo que creís...