Alek tomó mi brazo y me empujó contra un librero, sus pupilas se dilataron como si acaba de ver el premio mayor.
—por fin seré gobernante —siseo para si mismo.
Luka estaba detrás de él y sólo Convertí sus manos en puño mientras lo miraba detenidamente.
Había un mesa grande en medio de la habitación, con una copa dorada.
—traela —ordenó Alek.
—¡no! —chile.Con todas mis fuerzas lo empuje lejos de mi, y gruñi en respuesta pues no dejaría que me hiciera daño.
—solo haces las cosas más difícil, se una buena sobrina y quedate quieta —dijo Alek secamente.
—jamás haría tal cosa —respondí.
—como quieras, Luka —dijo desinteresado.Luka me levanto del suelo y me acercaba más a Alek.
—¿¡porque!? —pregunte confundida, el me había ayudado y ahora parecía lo contrario.
Alek sonrió con malicia y se acerco a su escritorio y abrió un cajón buscando algo, levantó su mano y era una pequeña daga de color plateado.
—no, Alek por favor no —chile tratando de escapar pero era inútil.
Se acerco con paso seguro y me sujeto con fuerza sobre aquella mesa y me encadenó segundos después.
—por favor —suplique.
Tenía miedo, no podía escapar.
—tranquila mi querida Amelie, solo son sacrificios pequeños por un bien mayor —sin decir más tomo mi brazo e hizo un corte en mi muñeca y yo solté un grito ahogado.
Alek acerco la copa y comenzó a llenarse poco a poco, una pequeña lagrima resbaló por mi mejía al pensar que no tenía escapatoria. Alek sonreía con satisfacción y minutos después el se ocasionó una herida para terminar de llenar la copa.
La copa se lleno y Alek ansioso fue nuevamente a su escritorio buscando algo más, sacó un libro y comenzó a recitar una clase de hechizo.
Todo sucedió tan rápido, Luka lo atacó por la espalda que apenas podía reaccionar, lo había apuñalado pero Alek había sido rápido y apenas lo había herido.
—¿crees que no sabía que tratarías de matarme? —dijo burlón.
Y segundos después el hundió la daga en su pecho.
—¡NO! —grite aterrada.
Lo había herido, ante mis ojos.
—¡Luka! ¡contestame! —exigí nerviosa al ver como el caía al suelo.
Trate de correr a su lado pero las cadenas me lo impedían.
—eres una niña muy terca, lo siento Amelie... No pude protegerte —susurro decepcionado.
—¡Luka! —grite desesperada, pero el cerraba sus ojos y no podía hacer nada.La culpa carcomia mi interior, lo habían herido por mi culpa, ¡moriría por mi culpa!
—no llores, pronto estarás con el —dijo Alek con una sonrisa fingida.
Siguió con el hechizo y a medida que avanzaba, podía sentir como algo en mi interior se estrujaba, como si una parte de mi cobrara vida.
Escuchaba gemidos cerca de aquel lugar, como si fuera una manada.
—solo falta algo que hacer —dijo Alek acercándose a mi lado y yo retrocedía aterrada.
Los gemidos se hacían más y más fuertes en aquel lugar, entonces los escuché con claridad... Entre todo ese ruido podía escuchar a mi familia.
La puerta se abrió de golpe y podía ver a mi familia, todos se habían convertido en lobos mostrando sus afilados colmillos, sonreí aliviada al verlo pero Alek fue más rápido y me apuñaló antes de que mi familia se acercara.
El sonrió triunfante y susurro: cuando me deshaga de tu familia y tu mueras, por fin seré.....
No pudo terminar la frase pues mi familia ya lo estaba atacando pero ya era tarde, había hecho lo más importante, solo pensaba una cosa y era en Leroy... Mi querido Leroy. Mi cuerpo comenzaba a debilitarse, y mi vista comenzaba a nublarse, sentía frío y dolor en mi abdomen.
—¡Amelie! —vi a Leroy entrar en la habitación y correr hacia mi.
Pero no podía reaccionar no sabia que pasaba a mi al rededor, solo veía sombras moverse de un lado al otro, seguramente seguían peleando contra Alek, solo deseaba que mi familia no saliera lastimada, que nadie más saliera lastimado.

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Secreto
WerewolfHabía un secreto que Amelie ni siquiera se imaginaba, algo que ella hubiera preferido jamás saber. La luna llena dejo al descubierto todos los secretos que ella no imaginaba y todo pasó en el profundo del bosque, ¿que harías cuando todo lo que creís...