—¡¿que le han hecho?! ¡Sueltalo! —exigí frenética mientras me acercaba a el.
—quedate quieta o lo mato aquí mismo —dijo el hombre que lo tenía en sus manos.Convertí mis manos en puño mientras cerraba mis ojos resignada, todo había fracasado.
—no, Amelie... Corre —dijo el recobrando la conciencia.
—estarás bien Leroy, no debiste haber venido —sentía como mi corazón se que rara en mi pedazos al verlo de aquella manera, tan débil y vulnerable.
—no, Amelie te voy a sacar de aquí —estaba desesperado, lo podía ver en sus ojos pero ya no había mucho que hacer.
—encadenenlos y póngalos en una celda, Alek no tardará en venir —dijo uno de ellos entre dientes.Solté un suspiro resignada, ya no había nada más que hacer, pero me negaba a creer que este fuera mi final, ¿porque? ¿morir en sacrificio? No era como esperaba mi muerte, nos llevaron a una celda diferente ala que estaba y nos encadenaron segundos después.
—Amelie, ¿estas bien? ¿Estas herida? —Leroy me examinó rápidamente para asegurarse de que estuviera bien.
—estoy bien, yo... —¿que debía decir? Solo quería hacerle saber que lamentaba esta situación, que era mi culpa y que trataría de arreglarlo, aunque quizás eso no sería posible.
—lo siento Leroy —fue lo único que pude decir.Una pequeña lagrima resbaló por mi mejilla y mire al suelo, no quería que este fuera el final de mi vida, no quería una vida sin Leroy, lo amaba, lo extrañaba y ya no quería estar más tiempo sin él, solo quería estar junto a él todos los días de mi vida, quería una vida con el... No deseaba nada más que eso.
—esto no es tu culpa nena —dijo el mirándome compasivo mientras limpiaba mi rostro.
Me acerque a él y lentamente uní mis labios con los suyos, quería memorizar aquel momento para tenerlo por siempre en mi memoria, sus labios siempre eran tan cálidos y suaves que me hacían perder el control de mi misma, su lengua tan experta y hábil jugaba en mi boca de manera delicada pero ala misma vez audaz. El beso se intensificaba cada vez más cuando pensaba en que quizás esta sería la última vez que probaría sus labios.
—no lo hagas Amelie —me miraba anhelante y decepcionado.
—¿hacer que? —pregunte confundida.
—me besas como si fuera la última vez... —negó con su cabeza y en sus ojos se acumuló ese brillo que terminó de romper mi corazón.Lágrimas salían de su rostro mientras el besaba mis nudillos, murmurando que lamentaba no haberme protegido mejor.
—tendremos una vida juntos —murmure cerca de su oído mientras acariciaba su cabello.
Quizás la luna le dé una oportunidad más a Leroy y le de una nueva luna... Tendrá una vida con ella y será feliz, sonreí al pensar en ello, al fin y al cabo eso era lo único que quería, que Leroy fuera feliz.
—te amo Leroy —el levanto su mirada y me miro dolido, como si aquellas palabras perforaran su pecho.
—te amo Amelie y no quiero una vida sin ti —nuestras frentes se juntaron y nuestras respiraciones se detuvieron al sentir la cercanía de nuestros cuerpos.Nuestros labios se unieron nuevamente y nos besamos lentamente, disfrutando de cada segundo de aquel precioso momento.
Las horas pasaban y pasaban, y la tensión aumentaba, Leroy trataba de calmar mis nervios pero sencillamente no era tan fácil.
—¿donde estan los demás? —pregunte curiosa.
—están en casa, no quería ponerlos en peligro —contesto Leroy desanimado.
—como me encontraste —tenía esa pregunta.
—seguí tu aroma, no es algo que se pueda ocultar tan fácil con tu mate —dijo sonriendo de lado.Sonreí sin poder evitarlo, es verdad el aroma de Leroy es fuerte y atrayente.
La puerta se abrió de golpe dejando entrar a aquel que tanto temía.
—Alek... —cada poro de mi piel se erizo al verlo acercase hacia mi, pero Leroy se posicionó sobre mi, protegiendome.
—vaya Leroy si que eres molesto —dijo el haciendo una mueca de desagrado.
—dejala en paz, jamás serás el gobernante —Leroy lo miro fijamente como si quisiera atravesarlo con la mirada.
—es algo que Amelie y yo llevamos en la sangre —dijo sonriendo de lado.Entró Luka repentinamente y miro a Alek como si esperara alguna orden.
—traela ya —dijo desinteresado.
Luka con un movimiento en sus manos me libero de la cadenas y me hizo flotar nuevamente.
—¡no! ¡Amelie! —grito Leroy al ver que me alejaban de él.
—¡sueltala! —Leroy se levantó de golpe corriendo hacia mi dirección pero las cadenas le impedian moverse.
—¡no! Leroy, te haras daño, por favor para —dije suplicando pues las cadenas eran de una plata especial, si hacías fuerzas contra ellas te quemaban más y más.Leroy cayó de rodillas mientras sollozaba con dolor y antes de que yo pudiera decirle algo me sacaron de aquel lugar, sentí que podía escuchar los gritos de Leroy y eso solo me rompía más y más mi interior.
Pero... No sabía que hacer, ¿como podía escapar de aquella situación?
ESTÁS LEYENDO
Secreto
Hombres LoboHabía un secreto que Amelie ni siquiera se imaginaba, algo que ella hubiera preferido jamás saber. La luna llena dejo al descubierto todos los secretos que ella no imaginaba y todo pasó en el profundo del bosque, ¿que harías cuando todo lo que creís...