Capítulo 03. Parte 03.

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Noche 03.

Me extraña que por ser el último día de fiesta no haya mucha gente. Seguro están en el hospital o en sus respectivas casas... No aguantan nada.

Estoy en la alberca, está llena de espuma y algunos muñecos inflables.

Salto como tonta al ritmo de la música.

De repente veo luces parpadeantes color azul y rojo.

La policía decidió unirse a la fiesta, vaya manera de terminar. Supongo yo que ya son pasadas las dos de la mañana. Invierno ya está presente y me alegra no sentir frío.

Salgo de la alberca y me pongo mis sandalias para no resbalar, entro a mi casa y busco una toalla seguido de enrollarme en ella y poder secarme el cuerpo.

Llevo puesto un bikini floreado.

Comienzo a sentirme cansada. Creo que ya es hora de mandar a todos a sus casas. La música se detiene, confundida me dirijo a la sala, me encuentro a todos reunidos en una bola, me acerco y me abro paso entre todos.

Hay una chica tirada y de su cabeza sale sangre, la policía la esta inspeccionando.

Mierda, hubo un homicidio en mi casa, ahora si, esto saldrá en las noticias y mi padre se enterara, ya que, si me iba a tocar pues ya me toco.

-¿qué paso? - susurro en la oreja de una tipa que está a mi lado.

-alguien la golpeo con un bate de béisbol -me responde de la misma manera.

Hago una "o" con mis labios.

-¿Quién es la dueña de esta casa? -pregunta uno de los policías.

No respondo pero todos me miran y me señalan. Mierda. -¿Usted ocasiono esto? -señala el cuerpo de la chica que no se sí está inconsciente o muerta.

-No -respondo rotundamente.

-Tengo que hablar con usted.

Odio que me traten de "usted" me siento una anciana, aunque por una parte me da una cierta autoridad sobre el y no se porque.

El policía se aleja y creo que quiere que lo siga.

Camino detrás de el hasta la puerta que es donde se detiene.

-¿Dónde está tu padre o tu madre?

«Mamá»

Doy un suspiro cansado.

-Mi padre no está, se largó a Italia hace un par de días, pero no se preocupe, llega mañana -digo amistosamente mientras le doy unos golpecitos en el hombro.

El me mira con seriedad y voy disminuyendo los golpes hasta cesarlos y bajar mi mano.

-Tendré que llevarte a la comisaría de policía -me dice, estoy a punto de refunfuñar pero me interrumpe -. Una es por casi matar a una chica y la otra es por consumir drogas - anota algo en su libreta y luego lleva una mano a la parte trasera de sus pantalones para sacar las esposas.

-Déjeme ir a cambiarme y ya me esposa para sentirse el policía que salva la ciudad ¿vale? -digo con burla y voy corriendo a mi habitación para cambiarme ropa.

Cierro con el pestillo para que la policía no entré, seguro piensa que quiero escapar, pero ¿porqué debería? No tengo nada que ver con la chica que está casi muriendo en la parte de abajo. Las drogas yo no las metí pero admito que sí las consumí.

Me pongo un short de mesclilla un poco rasgado por los óvalos donde salen las piernas, me meto en una blusa holgada blanca con el estampado de un diamante. Busco mis converse blancas y me los pongo. Cepillo mi cabello, me maquillo lo suficientemente normal como para una noche de "me voy a la comisaría de policías con estilo" pongo perfume en mi cuerpo y salgo de mi habitación, me encuentro con el policía que enseguida agarra mis manos y las esposa.

Cuando dos mundos iguales chocan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora