❛chapter ii❜

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—Interesante será cuando te pudras en el infierno, ¡maldita Karuta! ¡¡Y quítate de encima, perra!! —grita Bakugou y Karuta de un salto hace caso, esquivando la mano encendida y humeante que trato de chamuscar su cabello, yendo directo hacia Midoriya Izuku.

Midoriya Izuku, un muchacho de estatura promedio, pecas en el rostro aniñado y alborotado cabello rizado en verde oscuro había sido parte de su infancia al igual que Bakugou; habían compartido clases hasta que entraron a la escuela media, dónde Karuta tomó la decisión de irse a Teiko y comenzar de nuevo. Sólo habían transcurrido tres años desde que dejaron de verse y era notorio los cambios que habían sufrido cada uno por separado, así como las similitudes que le permitían señalarlos como los niños con los que una vez tuvo el tiempo de compartir.

Sin embargo, la sorpresa de verse mutuamente dentro de la misma institución y las mismas paredes de la misma clase, sobrepasaba cualquier simple coincidencia. Karuta no sabía si sorprenderse por la casualidad, o reír por ello.

—Hola, Izuku, ha sido un tiempo —dijo como saludo, agitando la mano con simpatía.

Claramente, Karuta siempre había destacado por su forma de ignorar el mundo y seguir su propio ritmo.

A Midoriya le costó un poco reconocerla; claramente no era la misma niña a la que dejaron de ver, se había desarrollado, y ahora mostraba una pequeña sonrisa simpática que no poseía en los tiempos pasados. Y el hecho de que estuviera allí, en  Yūei, con ellos, demostraba que a diferencia de sus tiempos como infantes, ahora poseía un quirk, un quirk que desconocía.

—¡¡H-Hyakuya K-Karuta-chan!! —dijo en voz alta, todavía medio conmocionado—. ¡¿También estás aquí?!

—¡Pues claro! Y veo que también lo has logrado —dice sin cambiar su humor—, eso sí que me sorprende. No se supone que tú no... —deja la oración colgando en el aire al tiempo que su cabeza caía ligeramente hacia el costado y su dedo índice se meneaba sin dejar de señalarlo.

Midoriya rascó su mejilla, algo ruborizado pero sin abandonar el brillo perplejo en sus ojos.

—Bueno, tú tampoco, ya sabes...

—Sí, digamos que no se desarrolló hace mucho, así que he estado teniendo días difíciles —continuó como si nada, soltando un suspiro dramático con las manos metidas en los bolsillos de su chaqueta.

—Si van a seguir armando revuelo por un reencuentro, mejor váyanse a otro lado —dice de la nada una voz ronca y arrastrada. Cuando voltean a ver al dueño de la voz, un rostro amargado y revuelto cabello negro sobre sale de lo que luce como un saco de dormir amarillo, pareciendo una oruga—. Este es... ¡el departamento de héroes! —finaliza, absorbiendo el contenido de una bolsa con boquilla mientras lentamente se ponía de pie y sale del saco de dormir.

En toda su altura, Karuta logra reconocer la apariencia desgarbada del héroe EraserHead, o Aizawa Shota, por su nombre real. Pero se queda en silencio, atenta a lo que sea que su maestro estuviera haciendo.

Sin embargo, su siguiente presentación quedaba lejos de ser agradable o simpática, acabando en palabras que lograron traer conmoción e intriga a todo el alumnado presente. Corroboró la información que Akihito le había dicho, notando de inmediato que Aizawa-sensei no pensaba darles una chance fácil, no les había permitido unirse la orientación y el acto principal que reunía a todos los estudiantes de primer año como se supone debía ser. En vez de eso, dio instrucciones para que se cambiasen el uniforme por la ropa de deporte y se reunieran en la cancha de atletismo, probablemente deseaba acabar con todo eso de una vez por todas y probar el material de lo que cada uno de ellos estaba hecho.

Karuta chasqueo la lengua, viéndose de pie junto al grupo que conformaba su clase en el lugar indicado, afirmando la deducción que terminó por hacerse real después de todo.

shiro ↠ bnhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora