23. Fuertes Reflexiones

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Bucky... James Buchanan Barnes...

Carajo... por más que intentaba deshacerse de eso, no abandonaba su mente.

Trató de deshacerse de esa idea y de la conversación con Anastasia Alianovna Romanova, pero volvió a pensar en que sí debería averiguar si aquella prisionera solo trataba de jugar con su mente, como su expediente presumía que lo hacía.

Y es que había cosas en sí mismo que no le cuadraban. ¿Por qué se hallaba menos agresivo? ¿Por qué tan de repente sentía compasión por una víbora traidora? Se notaba errático y no se explicaba todos aquellos pensamientos fugaces que tenía.

Lo que sí, era que de cualquier manera, eso lo distraía, por tanto se dijo que nada perdía si averiguaba si Anya en realidad le mentía.

Por primera vez, se decidió a tener un acto de rebeldía y desobediencia.

Las ventajas de ser un experto asesino y de tener las habilidades que tenía, era que podía escabullirse sin que nadie se diera cuenta; y claro, era bastante inteligente, por tanto, no iba a cometer una estupidez tan grande como irse al despacho de Petróv, en donde habría cámaras que lo descubrirían; así que a mitad de la noche, salió del Palacio de Kremlin, para cuando la mayoría en la sede de gobierno ruso, se hubieron quedado dormidos.

Fue a la biblioteca más cercana, una de las que claro, con la situación, no se hallaba laborando desde hace bastantes días. Al lograr entrar, tomó la mayor cantidad de libros posibles sobre la Segunda Guerra Mundial.

Al analizar los índices, supo las páginas a las que habría de ir para leer sobre la participación de Steve Rogers en dicha guerra, y por tanto halló algo un tanto más importante: los objetivos de HYDRA.

Cuando leyó aquella palabra, se detuvo.

"Ahora serás el nuevo puño de HYDRA" escuchó en su mente.

De pronto, su mente se situaba en otro lado, en lo que parecía un centro de entrenamientos, en un cuarto que parecía tener maquinaria bastante avanzada, recordó cierto dolor, y escuchó sus propios gritos, aunque después de que el dolor cesara, él se incorporaba listo para obedecer órdenes, sin preguntar, ni dudar, siquiera por un segundo.

Igualmente, se vio masacrando poblaciones, asesinando inocentes y entonces el frío soldado pudo llegar a sentirse mal de todo el daño que había hecho, y quedó intrigado aún más porque quería llenar los vacíos mentales que surgieron desde lo que Anya le dijo.

Se decidió entonces a ir directo a las páginas que hablaban de Steve Rogers, para descifrar de una vez por todas por qué ese hombre le era tan familiar.

Al llegar a esas páginas, leer y ver algunas imágenes, tuvo otro recuerdo, pues parecía que esa información plasmada en libros ya la sabía.

El Museo Smithsoniano en Washington, DC....

Recordó que estuvo ahí una vez, y que vio la misma información que estaba en aquel libro, y más importante aún, vio una fotografía de sí mismo, con cabello corto.

"JAMES BUCHANAN (BUCKY) BARNES" «Comando Aullador, el único que dio su vida al servicio de su país» «1917 - 1944»

Como dijo Anya...

¿Entonces ella no le mintió?

Otro recuerdo...

Frente a él, Steve Rogers, escuálido, enano, insistiendo en ser parte del ejército a pesar de que su condición no se lo permitía, y sin embargo, resignándose a despedirse de él, dándole un fuerte abrazo.

Frente a él, Steve Rogers, escuálido, enano, insistiendo en ser parte del ejército a pesar de que su condición no se lo permitía, y sin embargo, resignándose a despedirse de él, dándole un fuerte abrazo

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Anya [•Steve Rogers•]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora