Ahí estás, en la noche;
lenta, sumisa y arrogante
mirando la oscuridad
con unas lágrimas de más.
Cuestionando todo,
ahí estás en la cama
esperando la calma
que no logra llegar.

En la noche.
Ahí estás, en la noche;
lenta, sumisa y arrogante
mirando la oscuridad
con unas lágrimas de más.
Cuestionando todo,
ahí estás en la cama
esperando la calma
que no logra llegar.