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La tarde era bastante fría. Lo suficiente como para que Todoroki estuviera pensando seriamente en aumentar un poco su temperatura corporal ¡Porque no toleraba esa baja climática! No cuando se encontraba exhausto de los exámenes para conseguir su licencia provisional luego de haberse tirado la primera oportunidad junto al explosivo de su salón.

Ese era otro punto negativo de aquel día. Bakugou se encontraba más irritable que de costumbre porque sus amigos le habían insinuado que se estaba enamorando de alguien. En un principio solo se la paso murmurando lo tontos que eran todos hasta que al llegar a esas pruebas Camie corrió a saludarlo con su típica sonrisa tontarrona y su buen ánimo por delante.

Después de aquello su cara había pasado de un rojo bonito a un carmesí hilarante signo de su furia sin sentido que le impediría prestar correcta atención en lo que siguió de las prácticas. Shoto había mantenido distancia con su compañero debido a lo mucho que le tendían a afectar las hormonas de los alfas.

Como omega en toda regla tenía ciertas limitaciones físicas y emocionales (Por sorprendente que pudiera resultar en un prodigio del heroísmo como él). Las cuales consistían en no acercarse mucho a los alfas cuando estos estuvieran en medio de cualquier tipo de liberación hormonal (Le provocaban mareos) y suministrarse una inyección durante sus celos para mantener muy aplacadas sus propias hormonas.

Curiosamente los síntomas de celo tendían a afectar al omega según el alcance que tuviera su Quirk... Y no hacía falta decir que la Particularidad de Shoto era tremendamente poderosa, por ende sus celos eran un horror que solo podía tolerar con inyecciones previamente recetadas.

– ¡Todoroki-kun! – Una sonriente Camie se acercó a Shoto con el sombrero de Shiketsu en una mano y la piel expuesta sudada a mares – ¿Te sientes mal?

Todoroki entrecerró sus ojos ante la pregunta de la chica-beta. Él se sentía de maravilla (Exceptuando el escalofrió que le recorría sin cesar) – No.

Camie asintió aun con su sonrisa intacta, parecía bastante despreocupada – Gang Orca me mando a preguntar, ya sabes. Eres el único omega aquí.

Todo aquello lo dijo con un tono bastante neutral, sin ningún atisbo de desagrado o algo por el estilo. Pequeños detalles como aquel hacían que Todoroki se sintiera a gusto cerca de los dos alumnos de Shiketsu.

Camie era un chica muy despistada y a veces podía llegar a rayar con la tontería, pero era extremadamente igualitaria con el trato que le daba a las personas (Eso enojaba a Bakugou por razones que él no reconocía). Inasa era por su parte un alfa de pensamiento moderno que no juzgaba ni menospreciaba las habilidades de Todoroki por su casta... Aunque su excesivo entusiasmo siempre conseguía marearlo, y eso era un poco molesto.

Shoto negó suavemente mientras se ponía de pie, consideraba que aquellos siete minutos que llevaba sentado contra la pared se estaban pasando del límite permitido de pereza. – Estoy bien, solo tenía frío.

La chica asintió antes de volver al centro del entrenamiento canturreando alguna canción popular; Shoto le seguía de cerca observando como Gang Orca dejaba de mirarlo por el rabillo para volver nuevamente toda su atención a los aspirantes a héroes que si estaban entrenando sin descanso. Uno de los pocos privilegios que le ofrecían a Shoto era el de poder tomarse cortos descansos durante las pruebas prácticas de combate y esas cosas. Normalmente no usaba esos descansos, pero desde el primer examen de licencia provisional su organismo había adquirido la mala costumbre de marearse muy seguido.

Iida decía que debía tratarse de la presión que le suponía el adquirir la licencia, Uraraka comentaba que eran cosas de crecer y madurar, Izuku investigo sobre el tema y le comentó durante dos horas todas sus hipótesis al respecto.

Pero Recovery Girl había dicho que no encontraba nada alarmante en su cuerpo, por ende Iida debía ser el de la razón.


Inasa Yoarashi se consideraba a sí mismo un buen futuro héroe.

Tenía el Quirk adecuado, la personalidad indicada y el deseo palpitante en el pecho... Aunque en esos momentos le estaba costando un poco concentrarse plenamente debido al nuevo sentido que su cerebro parecía haber desarrollado desde aquel lejano examen de admisión que había realizado en Yuuei junto con los demás promocionados.

Cada que el hijo de Endeavor estaba cerca su instinto lo captaba de una. Como si él fuera un radar estadounidense y el chico Todoroki fuera un misil soviético.

No tan así, pero se aproximaba bastante.

– ¡MALDITO CALVO! Pon tus ojos acá si no quieres que te reviente.

– ¡Vocabulario, pequeña mierda!

Bakugou chasqueo la lengua tras aquel llamado de atención que Gang Orca le había dado. Lo habían puesto a entrenar contra Inasa para cubrir la falta de alcance que tenía su Quirk actualmente con el maldito de Shiketsu porque ¡Oh! El maldito gigante tenía un dominio de su particularidad grandiosa.

Pero el muy desgraciado había dejado de ponerle atención a Katsuki cuando la inútil esa (Camie, para los amigos) había empezado a acercarse con el estúpido Invierano.

– ¿Vamos a seguir entrenando o ya te acobardaste, maldito?

Inasa parpadeo en cámara lenta antes de volver su mirada al chico con complejo de musulmán. Ambos tendían a chocar por la más simple de las naturalezas, al ser ambos alfas estaban destinados a confrontarse involuntariamente... Aunque a Bakugou no era que le molestara la idea de pelearse con alguien de vez en cuando, para variar.

– Ya va ¿Si? Calmado.

Katsuki se quedó de pie en medio de las prácticas de otros mientras su compañero se alejaba unos pasos para acercarse a su compañera y a Todoroki, quién venía unos metros más atrás.

Cuando Camie hubo de estar lo suficientemente cerca Inasa le soltó la pregunta – ¿Esta bien?

– Dice que sí. Yo le creo ¿Tú no?

A Inasa le hubiera gustado decirle a Camie que obviamente le creía a Shoto. Una de las condiciones que se auto-ponía para ser amigo de alguien era confiar plenamente en lo que dijera... Pero su instinto de alfa le decía que esta vez no debía ofrecer su confianza en bandeja de plata.

Bueno. Últimamente su instinto se salió un poco de onda durante esas prácticas, especialmente cuando Todoroki se alejaba a tomar uno de esos descansos otorgados por su casta o cuando se sujetaba levemente de algo/alguien porque se desorientada debido a lo que Camie llamaba "Sacudidas de juventud".

Que bien podían ser calenturas o cosas de ser omega. Él no lo sabía aun y Seiji se negaba a explicarle.

Cuando volvió su mirada detrás de Camie vio más cerca ha Shoto. Se animó a sonreír ampliamente – ¡Todoroki! ¿Todo bien?

Quiso que aquello sonara solamente amistoso, pero la pizca de preocupación la sintió hasta Camie (Que siempre era lenta para agarrar indirectas) haciendo que Inasa se sintiera un tanto avergonzado... Y no sabía porque le daba vergüenza aquello ¿Acaso no era normal preocuparse por los amigos?


Shoto estaba ya cerca del lugar que antes tenía asignado para entrenar con un chico de No-recordaba-que-colegio cuando la voz de Inasa retumbo en sus oídos, pero no solo en ellos. Un eco raro se creó en su cabeza perturbando la tranquilidad que su instinto había alcanzado luego de aquel corto descanso. Inmediatamente pensó en sujetarse levemente del hombro de algún cercano para recuperar el equilibrio y el normal funcionamiento de sus neuronas en apenas unos segundos, pero su mano se posó suavemente sobre alguna superficie durante un breve periodo de tiempo antes de resbalarse por la repentina falta de fuerzas.

Esos acontecimientos culminaron en una rotunda caída de cara al suelo del lugar.


Gang Orca escucho de inmediato los murmullos de sus nuevos alumnos sabiendo internamente que esa perturbación debía estar siendo causada por alguno de los chicos de la UA. Se giró con rapidez y vio al chico prodigio de Shiketsu cargando al hijo de Endeavor, que parecía haber sufrido un desvanecimiento...

¡Carajo! Por eso no le gustaban los omegas aspirantes a héroes.

Sacudidas de juventud (InaTodo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora