Prólogo de Grylehn...

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Relatare esto con algo de calma, ya que dispongo del tiempo suficiente. Está algo oscuro, la noche llego, puedo ver la luna desde la ventana de está habitación de madera y caoba antigua. Mañana será la batalla que decidirá todo lo que hemos hecho hasta ahora mis amigos y yo. No puedo fallar. Ni a ustedes esperar, así que mejor os cuento desde un principio adecuado.

Ardacius, el universo donde provenimos los Ardalonianos, como dicta el nombre, es uno de los universos y planos existenciales que tienen una relación mayor con el Ether, el significado del todo, el origen del todo y el creador de todos los universos y planos existenciales que existen y se podrían imaginar, componiendo toda la existencia misma, o la del propio Multiverso. La leyenda dice que se localiza en el centro del multiverso, como un árbol sin frutos de color verdoso, luminoso, y sus ramas sobresalen más que las propias hojas que emana, llegando a abarcar sus raíces muchos metros de distancia, una belleza de la naturaleza y que es creador del Maná, una fuente de energía que reside en cada ser que existe en Ardacius, y en cada cosa que se compone, siendo el Ether el creador de tal, muchos universos también disponen de esta energía sagrada, pero solo unos pocos universos están compuestos de esta en su totalidad, proporcionando una infinidad de posibilidades, casi ilimitadas e inimaginables en todo sentido.

En nuestro universo, los Ardalonianos aprendieron los conocimientos de esta magia. Por lo tanto, obtuvieron la capacidad para moldearlo y usarlo para su beneficio. Sin embargo, la inmadurez de muchos los lleva a subestimar los vientos del mana y a sufrir los consecuencias de usarlo de manera agresiva e incorrecta, llegando en varios casos, a crear una fuente de magia totalmente distinta a la que todos conocen, conocida como el Dhar. Está oscura esencia representa la magia negativa, oscura, e insípida, básicamente conformando todo lo que relacione a la oscuridad, el miedo de las personas, etc. Por ente, muchos seres tienden a ser afectados por la presencia del Dhar, que actúa como un alquitrán que se hunde en la tierra, pegajoso y complejo de entender.

Regresando al punto anterior, el Maná fue sabido de su existencia desde la Era de la Creación, donde todos los seres fueron creados por 4 patriarcas divinos, estos 4 patriarcas crearon una serie de Elementos para poder usarlos como herramientas en conjunto con la creación de sus mundos, algunos decidieron crear sus propias herramientas para su gusto, pero eventualmente aceptaron la oportunidad de utilizar estas y ver sus capacidades, estas serían conocidas como los Elementos de la Naturaleza, usadas actualmente por aquellos con la suficiente afinidad y dedicación de la hechicería arcana para poder manipular su poder.

El universo de Ardacius, está conformado por un Dios Creador; Xylthos, y 4 Dioses Menores: El Dios Sïgil, La Diosa Terbaria, El Dios Exodüs y la Diosa Barony, cada dios tiene el poder de manipular un Elemento de la Naturaleza por voluntad y con su total dominio (Fuego, Viento, Agua y Tierra respectivamente) y cada uno tiene la apariencia que representa cada elemento que se les designe. Ahora, sin separarnos mucho del tema, los universos siempre poseen un mundo distintivo del resto, un planeta que tiene un favoritismo diferente a todos los demás. El Dios Creador pone a este planeta como "Tierra Madre" o "Gota de Ether", y se encarga de vigilar este mundo en sus primeros inicios, este planeta, a diferencia del resto, se encontrara en un estado de mayor volumen de Maná que cualquier otra zona del universo. Los Dioses Menores decidieron crear en este planeta, a los Ardalonianos, mis primeros ancestros, y los de millones de habitantes de nuestro mundo actual; Zhelagor.

Terbaria y Sïgil, dos de los 4 patriarcas, decidieron usar sus avatares para poder proteger y resguardar el mundo de Zhelagor de la influencia oscura del Dhar, que seguía presente. Los milenios pasaron, donde los Dioses Menores, mantuvieron su margen como los protectores de dicho mundo, siendo orgullosos, vanidosos, respetuosos, con algo de franqueza y decisión en las palabras de ambos, hasta ser un poco egocéntricos, aunque eventualmente, Terbaria y Sïgil vieron cómo la sociedad de los Ardalonianos empezaban a manipular el poder del Maná con suma afinidad y eficacia, usando esta para el beneficio de su raza y manteniendo la armonía por cuenta propia sin intervención alguna de ambos, demostrando que podían alcanzar a completar sus esperanzas y sueños por medio de la dedicación y el esfuerzo del corazón de cada ser viviente de Zhelagor. Esto hizo que ambos Dioses tuvieran un respeto y un amor por los Ardalonianos, viendo sus capacidades y cómo cooperan entre sí, viéndolos como sus hijos sagrados.

Ahora se preguntaran, ¿como es que conozco tan bien está historia tan antigua? Pues gracias a mi esposa: Alraune, que es la descendiente directa de la Diosa Menor Terbaria, y por ente, a ella se le proporciono toda la historia de nuestros creadores para enviar la palabra de los mismos a los 4 Países, y antes que nos casáramos, ella me relataba las historias antiguas que había leído en los libros una y otra vez en las noches. Me siento afortunado, sinceramente...

Sïgil decidió mantenerse en contacto con Terbaria en Zhelagor manteniendo distancia entre ambos para evitar un conflicto elemental o que fueran reconocidos por los Ardalonianos de la Era del Antiguo que todavía creen en la misma, donde posteriormente vieron la formación del continente de Ansalon, y sus diferentes regiones, mientras los Ardalonianos lograron prosperar y expandirse en el planeta. Varios milenios habían pasado, para entonces, Terbaria y Sïgil habían tenido hijos y nietos, siendo estos descendientes de su poder cósmico y de su conocimiento sobre las eras antiguas, al mismo tiempo, se fundaron los 4 Países:

Eryca: País del Viento y la Naturaleza...

Majenthar: País del Agua, la Nieve y el Hielo...

Osona: País de la Tierra y de Gaia...

Terragia: País del Fuego y el Infierno Terrenal...

Los 4 Países fueron conformados, y por ente, los habitantes de Zhelagor se dividieron en los diferentes países, formando sus propias ciudades, políticas, economías, descubrimientos, y mucho más de lo que podría decir. Para este punto, pasaríamos a la Era del Desthyneis, que significa "Destino" en mi idioma Aendor, la cual abarca lo que ocurre antes de nuestra era, que se conformaría de un montón de guerras con motivos altamente ilógicos y absurdos, que solo han causado desgracia a su alrededor y a aquellos seres que han luchado para mantenerse a flote, por más de 400 años. Sin embargo, se hicieron descubrimientos especiales respecto al Maná y a los Elementos, donde al parecer, cada ser nacido luego de esa era, tenía la capacidad y voluntad para poder dominar un Elemento Natural, siendo cualquier elemento conocido de Zhelagor hasta ahora, como el Agua, el Viento, el Fuego, la Tierra. Sus variantes y los más recientes de la Luz y la Oscuridad.

Hasta ahí dejare la historia, el resto, es mejor que lo averigüen vosotros mismos en la siguiente parte. Debo ir a dormir, ya que en la noche de Eryca se hace difícil poder ignorar el ruido de los insectos y de los Vereberes. El momento decisivo ya vendrá, aunque, para vosotros, es mejor ir al comienzo de todo para no perderse, hasta luego...

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By Draedon Bizard XVIII - 20/04/2018.

- Está totalmente prohibido la adaptación de está novela y su reproducción sin permiso autorizado por el creador, es decir, el que escribió está vaina.

- Aprecio si deciden seguir la historia y mirar el prologo para poder comprender mejor el origen de algunos conceptos que posiblemente os confundan posteriormente.

- PosData: Tengo 18 años, soy Venezolano y está historia la llevo pensada desde hace 8 meses, aunque luego llegue a pensar otro universo y por tal me dio pereza querer publicarla (xD) pero aquí está.  

- Pasen buenas noches, disfrutad del siguiente capítulo.

Próximo: Capítulo I - Sueños y Temores.

Crónicas de Ardacius I: Desthyneis Incerthios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora