Había una niña en mi nueva clase. Era algo así como el vómito de un animal mágico y extravagante. Tenía un suéter de colores y su cabello era amarillo como el sol. Papá me dijo que era rubio, pero me gustaba pensar que era del color del sol.
-Soy Yuzu.
Había soltado casi como un grito entre emocionado y rápido
-Soy Mei...
Me dió una rápida mirada de pies a cabeza, estiró mis mejillas tomando el atrevimiento de tocarme y puso su lengua entre los dientes antes de volver a hablar.
-¿Por qué no sonríes? Es más divertido de esa forma.
La ví y pensé que era tonta. O quizá solo muy animada. Sin duda, era alguien interesante.
