✿┊El inquietante sonido de los corazones rotos, rompe el alma de cualquiera, el fatídico sentimiento de pérdida... arrasa con muchos en la actitud rebelde de un tercero. ¿Por qué no hay solución para algo tan "simple" cómo atrapar a un asesino?, qui...
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[ C A P I T U L O 1 ]
Sangre, eso era lo que Chloe veía siempre al levantarse en las mañanas, la sangre de las heridas que, por razones extrañas, aparecían en su cuerpo, aquellos hematomas que mostraban golpes, como si siempre la de cabello café se metiese en conflictos. Se había acostumbrado a eso, al sabor de la sangre en las mañanas, a los constantes regaños que le daba su madre por "meterse" en problemas y a los desayunos que compartía en familia pese a los conflictos que habían tenido anteriormente sus padres gracias a ella. Sentada en la silla del comedor del restaurante de su madre, Chloe desayunaba mientras que su progenitora y su padre alardeaban sobre la escuela en la que se le había dado una beca, claro que está la había conseguido gracias a su abuela, quien trabajaba en aquella academia, una persona a la que no había visto desde hacía ya mucho tiempo, una persona con la que había perdido contacto debido a los recuerdos que le llegaban sobre su abuelo, nada más al verla.
<< Preferiría que esta mañana fuera como todas...>> pensó poniendo una expresión cansada.
El sonido de la lluvia podía calmar a Chloe, pero esa no era la ocasión. Mantenía su mente ocupada en su tazón de sopa, mientras jugueteaba con su cuchara y, como solía pasar siempre que la veían, las personas del lugar cuchicheaban entre ellas, debido a que semanas atrás había hablado en voz alta sobre lo que vio en su mente, tachándole de loca al instante, incluso su mamá había perdido clientela.
— Chloe, quiero que salgas con muy buenas notas—Ordenó Azusa a su hija, dejando aquella taza de café que tenía en su mano sobre la mesa.
— Haré lo mejor que pueda—aquellas palabras que había dicho Chloe no parecieron convencerle. Las ojeras que la usuaria del Quirk que sus padres no conocían indicaban que no había dormido, otra vez.
El aspecto cansado de Chloe no le daba muy buena imagen, pero parecía no importarle debido a que la de ojos chocolate no era muy femenina y no se preocupaba por su aspecto. La mayoría del guardarropa de la chica era de prendas que iban de colores oscuros a colores opacos, pero todos coincidían en una cosa: eran más grandes que su talla.
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