Hoy no ha sido mi día, definitivamente que no...
Empezó todo al levantarme tarde, olvide programar el despertador a la hora. Mi agradable descanso terminó al recibir la llamada de mi mejor amigo Chris, salte a toda prisa de la cama y me di media-ducha rápida, ¿Porque media-ducha? Me quedé 30 segundos en el baño reclamando al universo porque se tenía que cortar el agua cuando todavía tenía shampoo en el cabello. Salí envuelto en la toalla a buscar agua de cualquier florero sin embargo tuve que resignarme a usar el agua semi-congelada de la botella de vidrio en el refrigerador.
Ya un poco más calmado me cambié de ropa, por suerte el traje gris estaba en perfecto estado, junto con la camisa blanca y la corbata celeste. Tome mi maletín y baje por el ascensor al parqueo, para descubrir que mi auto no encendía, sin tiempo para esperar al mecánico o a algún buen samaritano que me ayudara, salí disparado a la estación de metro más cercana.
Aunque llegué 40 minutos tarde a la oficina, creí que mi mala suerte del día había acabado con esa serie de acontecimientos, pero como muestra de que Murphy puede ser malvado cuando se lo propone, mi demora había provocado mi ausencia en una junta importante, resignado me senté en mi escritorio para empezar el día, antes que pudiera revisar los correos apareció mi jefe...
- Buenas "tardes" Nikiforov - Dijo mi jefe inclinándose sobre mi escritorio, a lo que solo pude encogerme de hombros - Se te extraño en la junta de las 7:00 am, ¿Alguna excusa válida que darme? - Preguntó serio con el ceño fruncido
- Lo siento mucho señor Feltsman, no volverá a suceder - Le dije con la mejor expresión de arrepentimiento que pude
- Espero una disculpa por escrito, para el cliente que espero los primeros 15 minutos por ti y para Giacometti que tuvo que cubrirte - Dijo severo, volteándose sin esperar una respuesta de mi parte, dio un par de pasos y giró repentinamente - Ah y si vuelve a repetirse... no dudaré en aplicar una medida disciplinaria - Recalcó para retirarse después
Solo pude suspirar, había sido benévolo conmigo...
- ¿Así que recibiré una disculpa escrito? - Di un pequeño salto al escuchar a Chris cerca de mi oído a mis espaldas
- Así parece, en verdad te lo agradezco mucho Chris - Dije girando para encontrarme con los ojos verdes de mi rubio amigo
- Sabes que Yakov fue suave contigo ¿verdad? - Dijo él a lo que asentí - Fue porque Christophe Giacometti consiguió para esta firma... el caso de ese cliente - Expresó con aires de autosuficiencia guiñando un ojo
- Eso es maravilloso Chris! - Le dije con entusiasmo, sentí que mi día empezaba a mejorar
Luego de enviar dos vergonzosos correos de disculpas, uno más vergonzoso que otro, continúe mi día como era de costumbre, por la tarde me quedé un poco más de lo habitual, sentía que le debía esos 40 minutos al jefe, fue algo que no me peso en absoluto.
Pasadas las 6 pm salí rumbo a la estación de metro, aceptando que debía llamar al mecánico en cuanto llegara a casa. La llovizna me hizo buscar entre las cosas de mi maletín el paraguas, solo para darme cuenta que lo deje en casa. Apresure el paso cubriéndome como pude con el abrigo, con la esperanza de que no aumentara la intensidad de la lluvia.
Me río ahora ante ese pensamiento, sentí que el cielo me castigaba por algo que hice en una vida pasada, pues termine con la ropa empapada y corriendo al restaurante más cercano a "protegerme".
Y es así como llegue aquí.
Y reflexiono sobre mi día, tendido en el piso de este pequeño restaurante.
Al entrar me quité el abrigo empapado y lo colgué en el perchero, me gire para buscar un lugar donde sentarme mientras pasaba la lluvia, abrazándome a mí mismo porque hacía un poco de frío, di un paso, uno tan solo y me resbale cayendo de espaldas.
Es todo, me quedaré tendido aquí... - Me cubro los ojos con el brazo, no quiero pensar en nada más
- ¿Te encuentras bien? - Alguien me habla y sin ánimos quitó el brazo de mi rostro, me quedo perplejo ante el azabache de ojos color castaño que me tiende la mano - ¿Te hiciste daño? - Pregunta nuevamente, solo niego con la cabeza y tomo su mano, ¿acaso esta sonrojado? - Qué bueno! - dice con una sonrisa tímida que noto al ponerme de pie.
- Gracias... - Digo regalándole una sonrisa, él asiente y se aleja, vuelve a su mesa cercana a la puerta.
Busco con la mirada un lugar donde sentarme y el pequeño lugar está lleno, al parecer muchos tuvieron la misma idea que yo, pues la única silla disponible está en la mesa del pequeño salvador de rusos empapados.

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Slowly
Fiksi PenggemarYuri es tan solo un estudiante en un restaurante, disfrutando del ambiente tranquilo y un libro. Victor intenta refugiarse de la torrencial lluvia en el mismo lugar. Ambos irán descubriendo lentamente la magia de la vida perdidos en los ojos del otr...