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Los habitantes del reino celestial dejaron de lado sus actividades, algunos números musicales se pospusieron para que nada se estropeara ese día. Y es que hoy despertaban alerta, las almas, los ángeles, serafines entre otros tenían conocimiento que hoy recibían la visita del temido rey de las tinieblas, el ángel quien se reveló ante Dios y por sus acciones fue desterrado del cielo, es quien reinaba el infierno, lugar de sufrimiento y agonía eterna... Lucifer.

Y con no tener suficiente con ese personaje tan temido en ese lugar, quien acompañaba al señor del infierno no era nada más ni nada menos que Lilith, la madre de los demonios y primera mujer de la humanidad. Algunos estaban temerosos, en los últimos años habían vivido tranquilos debido a que no se había escuchado nada de esa pareja, es como si hubiesen decidido resguardarse de todos y vivir en una cueva. Y es que es conocido como Lucifer pospone sus reuniones o mandaba a su hija en su lugar.

—Lucifer y Lilith— habló San Pedro tratando de mantener un semblante amable frente a sus invitados quienes esperaban que abrieran la gran puerta del cielo. Bajó de su puesto para posicionarse frente a ellos y vio que no venían solos— Oh y también vienen acompañados—las chicas sonrieron al ángel que las miraba con detenimiento, era tan brillante y su alegría tan poco creíble que las hizo sentir un poco incómodas.

—Es mi hija, Charlie Morningstar y quien la acompaña es mi nuera, Vaggie—hablo Lucifer orgulloso de su familia y es que era lo mejor que tenía—¿Puedes dejarnos pasar? No queremos que nuestra estadía demore mucho en este lugar —dijo sin más tratando de cortar la conversación con San Pedro que apenas y cambio su semblante, con un movimiento de sus manos las puertas se abrieron y el ángel se contuvo de hacer su número musical con el que siempre recibe a los nuevos.

Los invitados se pusieron en marcha, atravesando la gran puerta dorada brillante en donde muchas almas buenas han pasado para su recompensa en el mismo cielo. Cuando estuvieron dentro, todos se dieron miradas discretas que pasaron desapercibidas por Pedro, muchas eran hacia Lilith que solo asintió mientras daba una sonrisa amable a los demás. El resto suspiró y siguieron con su camino por el brillante lugar.

—Parece que nadie se ha dado cuenta—susurró Lucifer hacia la figura que toma su brazo para así caminar junto a él.

—Te dije que era una buena idea— la voz singular de Alastor se escucha por lo bajo.

—Excelente, ya saben, esto va a ser rápido y nos vamos de vuelta a casa.

⋅˚₊‧ ⟡ ‧₊˚ ⋅

Todo parecía sacado de una película, pero es todo lo que tenían debido al tiempo y a la mente imaginativa de Charlie. El plan comenzó mucho antes, hace un día atrás para ser más precisos con la princesa del infierno entrando con paso firme a su preciado hotel, en sus manos lleva muchos papeles que van cayendo descuidadamente al suelo y los cuales no se molesta en recoger. La chica rubia buscaba a su padre con la mirada y no encuentra rastro de él por lo que sube las escaleras en busca de la habitación donde se hospeda su padre.

—¡Papá! — dijo la chica irrumpiendo en el cuarto sin importarle siquiera tocar o la privacidad de su progenitor.

—Que ocurre manzanita—se está acomodando el saco frente al espejo y mira a su hija, la luz de sus ojos, con una sonrisa—Pensé que te había enseñado a tocar antes de entrar

—Eso no importa ahora, lo que importa es la cantidad de cartas que estoy recibiendo en mi buzón—Charlie le mostró a su padre los sobres en sus manos y los dejó caer en la cama.

Lucifer tomó uno de los papeles y le hecha una ojeada rápida

Oh

—Es basura— dijo sin más para que el fuego comenzará a destruir todos los papeles en la cama sin dañar la tela que se encuentra debajo.

Reunión familiar ; appleradioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora