Mi nuevo vecino

#2:Soy Adam

Hace casi una semana que estoy saliendo a escondidas tratando de evitar ver a mi vecino por la vergüenza que pase la otra vez, sinceramente estoy haciendo un muy buen trabajo y eso me pone muy orgullosa de mi, no me mal entiendan, no es que quiero evitarlo porque me caiga mal, si no que lo que paso fue muy vergonzoso para mi.

El timbre suena y yo decido chequear quien es, seguramente mis amigos ya que estaban viniendo, aunque hicieron muy rápido.
Abro la puerta sin pensarlo dos veces.

-Hola hermosuras.-saludo sin haber visto quien estaba detrás de la puerta.

MI NUEVO VECINO ME ESTA MIRANDO.
Cierro la puerta en su rostro y me dirijo a mi cuarto por una remera más presentable. El timbre  suena nuevamente.

-Un segundo por favor.- encuentro la remera que buscaba y me la coloco rápidamente.

Abro la puerta y el esta viendo su celular para luego levantar la vista y mirarme.

-Hola, ¿como estas?.- mis nervios se huelen de aquí a china.

-oye, tienes la playera al revés.  - yo la miro y efectivamente está al revés.

-así la uso yo.

-¿al revés?.- yo asiento.- okey.-sonríe

Hoy esta diferente a hace unos dias, tiene un pantalón crema con una camisa negra arremangada, los botones del pecho están un poco sueltos y se logra apreciar que tiene un tatuaje aunque no de ve que es.

-Quería presentarme de forma correcta.- El interrumpe mis pensamientos.- Soy Adam Brooks es un placer vecina.

-Soy Aria Miller, el placer es mío.- estrecho su mano. Siento una corriente que hace que me separe al instante, el lo nota pero trato de hablar de alguna otra cosa, no quiero que piense que soy una rara, al menos no dos veces.

-Oye Adam, ¿quieres pasar por un café o algo para beber?

-Lo lamento tengo que desempacar muchas cosas y estoy ocupado buscando escuela para poder continuar mis estudios.- Yo acepto con la cabeza.

-¿Necesitas ayuda con algo?.-el niega con la cabeza para hablar.
  
-No es necesario Aria, agradezco la oferta de todas formas.- Nuevamente asiento con la cabeza.- Buenos vecina, nos veremos luego supongo.- Nos despedimos con un apretón de manos, y nuevamente la corriente. El cierra su puerta yo hago lo mismo con la mía. Al mirar mi mano me digo lo extraño que fue eso.

Tengo que ordenar esta casa antes que los monstruos de mis amigos aparezcan y me digan de todo por ser un poco desordenada. Varias horas después logre que los pisos brillen y se vaya ese olor a casa vieja. La puerta suena y yo decido ir a abrirles a mis amigos. 

-Hola Aria.-Es mi vecino nuevamente.-¿puedo aceptar ese café de todas formas?.- Que rápido acabo sus tareas.

-Hola Adam.- hago una pequeña pausa antes de aceptar a que lo invite a pasar.- Pasa por favor, ponte cómodo.- el se sienta en una banca que esta en el desayunador. Me dirijo a preparar el café mientras le pregunto cosas.

-Y Adam, ¿de donde vienes?.-el tarda en responder hasta que finalmente lo hace.

-California, ¿y tu?.-Mira a un cuadro que tengo en un estante.-¿siempre viviste aquí?