Encontrando algo extraño

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En un pueblo pequeño y tranquilo a un lado de la carretera donde difícilmente tienen conflictos y de tenerlos los resuelven rapido, poniendo de su parte cada uno de los involucrados, donde cada quien se dedica a perfeccionar su oficio con tal delicadeza pero al mismo tiempo con disciplina estricta. Ya la mayoría se conocen entre si y así mismo identifican a quien no es del pueblo.

Los niños van caminando solos hacia la única escuela que tiene sin preocupación mas que por llegar temprano a clases.

Casi total tranquilidad.

Pero todo esto esta por terminar, nadie se lo espera y nadie había pasado por algo parecido al menos desde que regresó el viejo ex militar, el único que ha querido regresar después de haberse ido del pueblo.

Al amanecer cada día se levanta don Arturo un ex militar jubilado.

—Otro día que despierto — expresa malhumorado —valla mierda.

Se sienta al costado de su cama frotándose la cara al tiempo que su perro la única compañía que tiene desde que llego a la ciudad se acerca moviéndole el rabo como una leve seña de alegría.

El hombre al incorporarse aprovecha para estirarse al igual que su acompañante antes de dejar su cama, la tiende y no deja nada fuera de lugar, va al cuarto de baño a cepillar sus dientes y bañarse.
Aun sin adaptarse a tal tranquilidad sale a correr con su perro jonny recorriendo casi todo el pueblo aun cuando no da el sol todavía.
Vestido con un compuesto de sudadera y pants y tenis impecables todos los días.

Sube hasta la orilla de la colina y regresa para pasar por su casa y seguirse hasta la ciudad.

Pasa indiferente ante la gente que ya va saliendo de sus hogares al recibir los primeros rayos de sol solo sigue corriendo.
Al llegar al centro se le entrecorta la respiración pero solo baja el ritmo y continua.

Al recorrer un par de metros llega al río y empieza a recorrerlo río arriba sin pensar si quiera en detenerse pero su compañero no pensaba igual al parar a tomar agua a la orilla, pero al ver que su dueño lo deja el animal sigue bebiendo y gruñendo al mismo tiempo.

Ya que consigue recuperarse un poco sigue su camino buscando a su amo olfateando para detectarlo y proseguir, sin embargo lo que encuentra con su olfato es otra cosa.

A la orilla del río sale flotando algo extraño, lo cual es tomado por jonny que al escuchar el silbido de su amo sale corriendo llevándola en el hocico.

Arturo al ver que su compañero se queda atrás, se detiene a respirar          —maldito perro ¿donde estas? —

Le grita a lo lejos. Recuerda que si por el fuera no lo tendría pero tuvo que adoptarlo años atrás cuando su hija sufrió un accidente y falleció llevándose con ella a su hijo pequeño al recibir el impacto de un camión del cual iba ebrio el conductor.

—Para tu maldita fortuna condenado perro— pensaba al recordar que fue el único sobreviviente del choque al estar bajo el asiento.

A lo lejos lo escucha jadear y acercarse, pero nota que trae algo entre dientes.

—¿Pero que traes en el hocico?— le gritaba mientras sacaba la manga de su sudadera para quitárselo y mira a su alrededor.

—¿Es una maldita mano?—

Ahora se dirige al río muy inseguro de que hacer en seguida buscando el resto del cuerpo teniendo cuidado ya que de no encontrarlo significaría que todo el río es la escena de un crimen, uno bastante extraño.

Sin PistasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora