IV

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- ¡Jesucristo! -dice la enfermera cuando entro.- ¿Qué te ha ocurrido?

- Me... Caí. -me siento en la camilla y ella comienza a evaluarme la nariz.

- ¿Te caíste? Esto no parece de una caída. -hace una mueca.

- Me caí con fuerza. -aclaro mi garganta. 

Ella me mira a los ojos y sonríe.- ¿Sabes? Yo también fui niña, y también me metí en peleas. Así que, descuida, no se lo diré a nadie. -me pone algo encima de la nariz y yo frunzo el ceño.

- ¿No está rota?

- Oh, no, no. Qué va. Pero por poco. Ten puesto esto durante una semana. -dice refiriéndose a lo que me ha puesto en la nariz.

- Vale. -asiento y bajo de la camilla.- Gracias...

- Mel. -me sonríe.

- Mel. -asiento.- Por cierto... ¿Necesitas ayuda por las tardes o algo? Necesito algo de dinero, ya sabes. -le sonrío tímidamente.

- No me vendría nada mal, de hecho. Por la tarde vienen aquí a entrenar los jugadores de fútbol y las animadoras del instituto y siempre hay más de uno que se lesiona, así que me vendría genial una ayuda. -me sonríe abiertamente.

- Genial, ¿cuándo y a qué hora? -aprieto los labios. 

- Todos los días, de siete a ocho, ¿te viene bien? 

- Sí, muchas gracias, Mel. Adiós. -le sonrío una última vez y salgo de ahí.

Me cuelgo la mochila en los hombros y comienzo a caminar por los pasillos abarrotados de gente. 

Cuando llego a la taquilla, pongo la clave y al ver que no se abre, vuelvo a ponerla de nuevo. Nada, sigue cerrada.

- ¿Qué...? 

- Estas taquillas están viejas. -dice la voz de Tom a mi lado, y le da un golpe a la taquilla con su mano, haciéndome saltar en mi lugar. Esta se abre dejando ver mis libros.- Cuando pase eso, solo golpéala. 

- Gracias. - murmuro y cojo los libros necesarios para guardarlos en la mochila. 

- ¿Se enfadó tu padre contigo? -me pregunta, siento su mirada todo el rato puesta en mi, y quiero que deje de hacerlo, no quiero que vea mi nariz.

- No. -miento y me muerdo el interior de mi mejilla. Vuelvo a cerrar la taquilla después de cerrar la mochila. 

- ¿Segura? No lo parecía cuando nos vio. 

- Sí, segura. Lo siento por eso, él es... Raro. No le gusta que esté con chicos. -agacho la cabeza cuando me giro hacia él.- Tengo que ir a clase. 

- Val... Espera, ¿qué te ha pasado? -con sus dedos toca mi mentón, y me hace alzar la cabeza para mirarlo.- ¿¡Qué mierda...!? ¿Te ha pegado alguien? -me mira preocupado y yo juro que no puedo creerlo. 

¿Se está preocupando por mi? 

- Yo... solo me caí por las escaleras esta mañana. Aún estaba medio dormida. -frunzo el ceño, ni yo me creo eso. 

- ¿Estás segura? Si hay algo que pueda hacer por ti... Sólo dímelo. -le miro a los ojos, es un chico adorable a decir verdad.

Las comisuras de mis labios tiran hacia arriba formando una pequeña sonrisa en mi cara y niego restándole importancia.- Tom, estoy bien. Sólo ha sido una caída. 

El timbre para dar comienzo a las clases suena y todos los allí presentes comienzan a caminar rápidamente hacia los salones. 

- ¿Tienes con Harry o Sam ahora? -me pregunta cambiando de tema.

- No. Adiós, Tom. -comienzo a caminar dejándole con la palabra en la boca y sonrío un poco por ello.

Se comporta algo raro conmigo y no quiero que sea así, me gustaría que fuera como todos, indiferente. No sé si se porta tan bien conmigo para reírse de mi o algo, pero no me gusta, en cierta parte sí, pero no estoy acostumbrada a esto y no me siento bien.

Cuando llego a la clase me dirijo hacia la última mesa, y cuando estoy sentada una mano con una perfecta manicura francesa, se apoya en esta. Se de quién se trata, y lo único que quiero ahora es salir corriendo de aquí. 

- Hola, friki. -dice Sasha con su irritable tono de voz.- Parece que hemos caído en la misma clase. -alzo la cabeza para mirarla, y no está sola, tiene a Megan a un lado y a otro chico al otro lado.- Espero que eso de hacer los deberes se te siga dando igual de bien que en bachillerato. -me da una sonrisa y me deja tres cuadernos en mi mesa.- Porque nos los vas a tener que hacer a Megan, a Jack y a mi. 

Miro los cuadernos y hago una mueca.- Yo no puedo hacerlos hoy, Sasha. Tengo que hacer los míos, hacer un trabajo y trabajar a las siete.

- ¿Perdona? -habla ahora Megan.- Te hemos afirmado que los vas a hacer, no ha sido una pregunta, así que no respondas. 

- Pero... -me corta la voz de Sasha.

- ¡Qué te calles! -chilla y toda la clase se gira hacia nosotros cuatro.

Noto el calor en mis mejillas y orejas. Me hundo en la silla mirando a la persona que me ha hecho la vida imposible desde que éramos unas crías, viendo como ella me mira con odio.

- Yo ordeno y tú obedeces, ¿no te quedó claro la última vez que te mandé que me hicieras los deberes? 

Los recuerdos vienen a mi mente; Sasha pateándome el estómago en mitad del pasillo porque le dije que no quería hacer sus tareas.

- Sasha pero es que yo... -empiezo, pero el chico, Jack, me corta dándome una bofetada.

- Te hemos dicho que te calles, zorra. -dice con una voz autoritaria y mis ojos se cristalizan.

Asiento y meto los cuadernos en mi mochila, dejando solo el de Sasha fuera para empezar con sus tareas ahora. 

- ¿Qué pasa aquí? -dice el profesor cuando entra en la clase al ver que todos nos miran con expectación. 

Nadie contesta, en su lugar se giran, y los tres chicos que tenía a mi lado vuelven a su sitio en una milésima de segundo. El profesor dirige su vista hacia mi y se fija en mi mejilla, quizás la tenga roja, así que agacho la cabeza y comienzo a hacerle las tareas a Sasha. 


***

Sé que es un capítulo aburrido en el que no pasa nada interesante, pero es importante, i promise.

SI ALGUIEN YA HA IDO A VER INFINITY WAR QUE ME HABLE POR DM POR FAVOOOOOR, NECESITO COMENTARLA CON ALGUIEEN!!!!

Preparénse para lo que está por venir, porque esto está apunto de comenzar. 

Muchas gracias por leer!


Broken Girl. | Tom Holland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora