Broken Girl. | Tom Holland.

VIII

Salgo de la clase de Inglés y me dirijo hacia la taquilla para dejar los libros y salir a descansar pero alguien coge mi hombro y me gira bruscamente, los ojos mieles de Sasha mirándome fijamente. 

Lamo mis labios con nerviosidad y ella me empuja contra una de las taquillas más cercanas que tenemos. Frunzo el ceño, sin saber qué le pasa ahora y porqué está sola. 

- ¿Qué te traes con Tom Holland, sus hermanos y Harrison Osterfield? -me pregunta duramente poniendo una mano al lado de mi cabeza para impedirme salir. 

- Somos amigos. -murmuro con la voz temblorosa. 

- Pues tu amigo le ha partido la nariz a Jack. -gruñe. ¿Qué? ¿Tom ha sido capaz de hacer eso?- Le has dicho tú que lo haga, ¿no? Ahora los tienes a ellos para que te protejan. 

- Yo no he dicho nada, no sabía eso. -comienzo a ponerme más nerviosa sabiendo a donde puede llegar Sasha estando enfadada. 

- Ya, claro. ¿Sabes? Has jodido mi amistad con Jack, así que yo joderé la tuya con ellos.  -niego, pero antes de que pueda decir algo, ella habla.- ¿Tus amigos saben esto? -coge mi brazo izquierdo y me sube la manga dejando a la vista todos los cortes que tengo ahí. 

- No, Sasha, por favor no puedes hacer eso. -mis ojos se cristalizan mientras la miro.- Yo no sabía nada de eso, me acabo de enterar por ti, no les dije que hicieran nada. -las lágrimas brotan de mis ojos y me suelto de su agarre, bajando la manga y quitándome las lágrimas rápidamente.

Ella me mira, y por un momento pienso que se va rendir con todo esto, pero todos los pensamientos se disipan cuando vuelve a abrir la boca.- Es lo que hay. -se gira para irse, pero cojo su muñeca.

- No les digas nada, me alejaré yo de ellos por mi propia cuenta, pero no digas nada de esto a nadie. 

Ella vuelve a girarse hacia mi y me sonríe.- Estaré vigilándote, tengo ojos en todas partes, recuerda. -se suelta de mi agarre bruscamente y se va, dejándome sola en el pasillo. 

Decido volver a casa, y por el camino para salir de la Universidad me encuentro a Tom y Sam entrando. La cara de Tom está horrible, tiene una raja en el labio, la ceja partida y el pómulo izquierdo un poco morado. Bajo la cabeza y paso por su lado sin decirle nada a ninguno, por el rabillo del ojo veo como los dos se paran y se giran para mirarme. 

- ¡Olive! -la voz de Sam retumba en mis oídos, pero no me giro.- ¿Qué le pasa? 

- No lo sé. -los pasos de Tom cada vez suenan más cerca de mi, y yo acelero el paso, pero él agarra mi brazo y me gira.- Eh, ¿qué pasa? 

Soy incapaz de mirarle a la cara, así que bajo la vista nuestros pies.- Yo... No podemos seguir hablándonos. -miro hacia arriba, buscando a Sasha. La veo apoyada en un muro con Megan mirando hacia donde estamos Tom y yo. Estira su dedo índice y niega con el, cierro los ojos, para segundos después abrirlos y mirar a Tom. 

- ¿Qué? ¿Por qué? -su cara se arruga con confusión.

- No podemos, Tom, no soy buena para estas cosas. -mis ojos se cristalizan y parpadeo repetidamente para no llorar de nuevo. 

- Esto va genial, Olly, estamos aprendiendo muchísimas cosas el uno del otro, no lo dejes ahora. -aprieta sus labios y pone sus manos en cada una de mis mejillas.

- Lo siento. -quito sus manos de mi cara lentamente y me giro. Comienzo a andar después de echarle una última mirada a Sasha. 

Ella me sonríe mientras asiente, Megan le dice algo, y ella se pone seria para después girarse hacia ella. Vuelvo mi vista al frente y camino por la acera hacia mi casa.