¿Qué era esa opresión en el pecho?
Intensas ganas de llorar pero ninguna sola lagrima podia salir. Algo ansiaba y no sabia que era, eso me asfixiaba y me carcomia la mente y el alma.
Poner orden a los pensamientos resultaba casi imposible, desesperante.
Solamente y de improvisto tenia muchisimas ganas de escribir, pensamientos rondando de aquí para allá, con vida propia. Historias que nunca pasarían, de eso estaba llena mi mente. Por lo general me la pasaba soñando despierta, podia imaginar todo tan real, saborear otra realidad.
Extásis puro cerrar los ojos y soñar, descansaba mi alma y me traía ilusiones que me hacian falta en la vida.
Trataba de traer esas ilusiones a la realidad y plasmarlas pero habia algo que siempre lo impedía, la ladrona de energía. Apatía.
Curiosamente esa sensación se mezclaba con una inmensa curiosidad, algo que tantas veces habia llevado a innumerables dolores de cabeza. Me parecia enigmática la vida de los demás, sus pensamientos y emociones. Me la pasaba o una imaginando demasiada fantasía o tratando de comprender a los demás. Eso es lo que habia llegado tanto ego, a un terrible bajón... Saber y entender que tu no eres el centro de todo, que realmente no eres tan diferente como creías, tan única. Buscando algo especial en los demás y desastrosamente sin encontrarlo.
Ya se habian quitado esas ganas de llorar, ahora ya estaba perdida en mis pensamientos, escribiendo y borrando como loca sin realmente fijarme del todo en las faltas dolorosas para la vista de cualquiera que supiera un poco de español.
"Escribe más" esas dos simples palabras me habian dejado pensando y a menudo me hacian perderme en imaginarme escribiendo y después tontamente siendo reconocida, ganando popularidad por mis escritos. Aún estaban guardadas todas esas letras que anteriormente escribi con tanta ilusión. Me preguntaba por qué no me armaba de valor y publicaba alguna pero siendo tan perfeccionista tendria que tener mucha suerte para que en un arrebato los enseñara al mundo.
Aún despues de tanto tiempo no cumplía mi promesa, ese cuaderno hecho con tanto amor seguía con las páginas en blanco. ¿Qué tantas cosas ocultaba mi mente?
Y luego ese recuerdo fugaz, ese regreso a la normalidad reprimente, aplastango mi ego. No tenian nada de bueno o especial mis pensamientos pues eran como los de cualquier ser humano con dos dedos de frente.
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Conto"Baja esa venda de tus ojos." Desahoga tu alma cachito de mí. No te pases por aquí si no estas dispuesto a cuestionar tu universo.
