Capítulo 23// orden exterior e interior, ¿no iba así?

1.9K 99 0
                                    

Esa misma tarde le dieron de alta a Federico. Un Federico tenso, con las manos apretadas cada veinte segundos, con una sonrisa bastante forzada, pero sano. Preguntarle que le pasaba a esta altura era en vano, él siempre contestaría que "nada" y yo jamás le creería, de modo que luego de la decimoquinta vez, desistí.  

Fue cuando llegamos a la casa del team que noté un poco la tensión que él mismo estaba sintiendo. Sarah, Seb, Gilbert e incluso Nicole estaba ahí esperándo..nos. 

Pero Mathias en cambio no. 

Estaba en la delgada linea de abrazar a Federico, que se le rompió hasta la mirada al notar que su amigo no estaba ahí, y buscar al chico de la oreja, ponerlos juntos y hacerlos hablar de eso que tan mal los tenía. 

Más o menos tenía una idea de lo que se dirían, un poco de discusión para hacer drama está bien. Pero cuando tu amigo llega después de un accidente creo que es un buen punto de partida para terminar con lo que es el ego. 

De todos modos esto pasó en menos de un minuto, y luego Mathias apareció con lo que vendría a ser una excusa de bastoncito, para Fede, en señal de broma; ya que iba acompañado con un cartel que ponía "Un tropezón no es caída.. bueno, en este caso si". 

Creo que, a su lado, pude ver como cada célula del cuerpo de Federico sonreía al verlo allí, pero obviamente las cosas conmigo no eran tan sencillas, de todos modos tomé postura por una sonrisa y saludar cordialmente a todos, pero sabíamos en lo profundo que nos debíamos una charla Mathias y yo solos. 

Aunque luego de un tiempo sin dormir, realmente lo necesitaba. Creo que dejé a Fede socializar con otra cara que no fuera la mía y caí rendida en el sillón de la sala, no llegué ni a una cama.

Cuando desperté noté que no estaba en ese sillón sino que efectivamente estaba en una habitación que reconocí como la de Federico. Lo cual me llamó la atención, ¿que hacía yo ahí? 

Me levanté de la cama escuchando amigablemente el sonido de todos mis huesos, ya que realmente estaba entumecida luego de la falta de descanso. Al llegar a la sala, de donde no me debería haber movido, noté que se acercaba un Sebas preocupado, como si le hubieran encargado algo que no cumplió. 

─ Te dejé en la habitación de Federico ya que tu cama estaba llena de cosas.. ─ dijo sonriendo amigablemente con ese brillo especial en los ojos tan de él. 

Y ahí recordé que la primer noche Agustina me había llevado ropa y lo necesario para quedarme allí. Le pregunté por Fede, pero aparentemente el chico había ido a pasear con Mathias y Agus. Chris, Nicole, Gilbert y Sarah como siempre estaban dispersos por el mundo, y Seb ya se estaba yendo, de modo que tendría la casa para mi sola. 

Aproveché para adelantar un poco del trabajo acumulado, aunque sinceramente una de las cosas que amo de mi trabajo es que simplemente no tengo demasiadas exigencias y fechas de entrega, más que nada me manejo yo a mis tiempos. 

Recuerdo haber comenzado a las once de la mañana y cuando volví a mirar la hora eran las tres de la tarde, aparentemente estar encerrada con la luz encendida era una trampa horaria. De todas formas decidí que debía dejar el trabajo y comenzar con el orden de la habitación si quería dormir ahí esa noche. Me puse música en la computadora, una nueva playlist de las últimas canciones de Taylor Swift y mi pijama, el que es enterizo, así estar más cómoda. 

La mayoría de las cosas eran blusas, polleras, zapatos, obviamente debí haber enviado a Agustina con un mapa a mi habitación.. 

Juntos//Fede Vigevani (EDITADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora