Blue [Jercy - Traducción]

20

Jason

Suspiré, dejando que la lluvia empapara mi ropa.

Era una lluvia cálida, así que se sintió bien. Las pequeñas salpicaduras de gotas me tranquilizaron en una especie de trance melancólico. Cerré los ojos y dejé que me lavara.

"Hey, Jason. ¿Qué-qué estás haciendo?" Percy preguntó mientras caminaba hacia mi con un paraguas.

Me encogí de hombros. "La lluvia simplemente se siente bien."

Miró hacia el cielo y cerró su paraguas. Dejándose empapar también. Nos quedamos de pie ahí, con un aspecto raro como el infierno, fuera de la casa de Percy en la lluvia torrencial.

A veces necesitábamos momentos de silencio como este. La lluvia y el calor empapandonos con nada mas que su presencia. Porque sólo el que él haya estado a mi lado me hizo sentir bien.

Pero a veces el silencio duele, cuando no hay nada más que un pesado silencio recordándonos todo.

"Hey" Dije, girandome hacia él, mi cabello goteando en mi cara.

"¿Si?"

Ahuequé las manos y dejé que el agua la llenará, luego la salpiqué en su cara.

Él rió y ahuecó sus manos también. "¡Jodete!"

Me persiguió por su patio trasero con un balde de agua. Reí cuando me alcanzó, pero se cayó. Rodamos sobre la hierba y reímos.

"Somos un desastre." Dije, entre risas.

"Tú eres un desastre. Yo soy fabuloso." Dijo, sentándose encima mío. Me besó, la lluvia empapandonos, dulce como una brisa de verano. Envolví mis brazos alrededor de su cintura, acercandolo más hacia mi.

"Deberíamos ir adentro, tu mamá nos va a matar." Dije, sin aliento.

"Hey, está lloviendo, ¿verdad?"

"Bueno, si."

"Tenemos que bailar. Vamos. ¿Bailamos bajo la lluvia?"

Sonreí. "Está bien. Pero no tenemos música."

"Tío. La lluvia es música. Tu voz es música. Vamos."

Así que nos pusimos de pie. Cubiertos en briznas de hierba y un poco de barro, empapados por la lluvia, luciendo como idiotas. Me aferré a él y bailamos. Una lenta primero, pero luego nos volvimos un poco mas salvajes. Haciendo volteretas y viendo quien podía hacer el mejor dab.

Y cuando entramos, Sally se asustó, nos hizo ir a la ducha y nos dio chocolate caliente. Y tuve que admitir que, aunque fue un torrencial en verano, haber sido empapado por la lluvia te hacia sentir frío.

El golpeteo de la lluvia y su calidez, me hizo sentir en casa. Su cabello era un desastre, y acurruqué mi rostro ahí. Olía como el océano y la lluvia. Sonreí.

Extraño lo que deje atrás, pero esto lo compensaba. Él lo valió todo. Y solía arrepentirme por todo lo que estaba pasando, pero valió la pena. Y no lo cambiaría por nada. Sonriendo con desdén y un poco de pesar amargo, me quedé dormido, escuchando las gotas de lluvia.