Estar al comienzo de una gigantesca escalera, y sólo ver (a lo lejos) el último escalón.
Nos rompemos la cabeza pensando en como llegar hasta allí, o que debemos hacer.Tratamos de saltar de dos en dos, de tres en tres hasta intentamos de cuatro en cuatro, pero siempre llega un punto, en donde resvalamos y caemos.
Lo irónico es que cuando caemos, creemos que nos vamos directo a un abismo sin salida...cuando en realidad, es sólo el comienzo de la escalera.Lloramos y pataleamos, muchos se rinden y buscan una escalera más pequeña.
Nos negamos a seguir subiendo, nos negamos a darnos una oportunidad, hasta nos negamos la capacidad de uno mismo...el "no servir" se vuelve parte de nuestro ser.Cuando el secreto de todo ésto es...hacer las cosas de a poquito. Subir un escalón a la vez, y no saltearnos ni dos, ni tres, ni cuatro.
Aprender a ser paciente y avanzar de forma lenta (pero sabiendo la seguridad ante tu meta)Es genial tener un objetivo en mente, pero nunca...NUNCA, te burles del esfuerzo y sacrificio que tienes que hacer para llegar allí.
No puedes saltear el camino que te formará.
No puedes.
Mine🖤
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RandomSi tienes alguna idea, dímela por privado. Algún cuento que te hayan contado y te fascinó, o alguna frase, también cuentan reflexiones. Yo las publicaré por éste libro. Obviamente que aclararé la dueña o dueño de cada escrito. Hay cosas mías tambié...