Capítulo ocho.

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Me despierto por la mañana,me quedo mirando el sol como cada día.

Me levanto y me visto con mi ropa negra.

Cojo una tostada de mantequilla y un vaso de cocacola para estar despierto.

Mi hermano está tirado en el suelo tirado en su vomito.

Cojo mi chaqueta blanca y salgo por la puerta. Quizá esta vez es la última vez que veo estos muros.

Rozo con los dedos las frías paredes de este viejo edificio. Sus paredes cuentan historias,veo unas marcas que dibujé cuándo era pequeño. Supongo que lo hize por que me aburría pero también veo un dibujo. Recuerdo que mi hermano lo hizo antes de ser un borracho,antes era un buén tio.

Comforme bajo las escaleras se me caen las lágrimas y al salir aprieto los ojos.

Me encuentro con Derek.

-Ehh Hola! me dice.

-Hola. Le saludo con una sonrisa.

-Vamos corriendo? Pregunta.

-Sí. Respondo.

Cojo aire y comenzamos a correr,el airé es frío pero al sudor que sale de mi frente le da igual. Me paso el brazo por la cabeza y mis pulmones no pueden más.

-Venga,ya te rajas? pregunta Derek.

-Yo? No. Sòlo intentava despistarte.

Lo que antes parecia footing entre dos amigos se ha convertido en una carrera hasta que llegamos.

Paramos y le choco la mano.

La mujer de pelo verde que parece ser que se llama Cyntia tiene un megáfono.

-Pasar por el camión os harán las pruebas. Dice.

Me pongo a la cola y un chico se me cuela,lleva las uñas mordidas hasta la raíz.

Se lo permito por que no quiero volver a ver una aguja más en mi vida.

Alfín sale el chico llorando y entro.

Subo las escaleras y una mujer de pelo Negro me pide que me siente.

Ave de agua Trilogia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora