7. El recordarte

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Narra Sapphire

*Bip* *Bip* *Bip*

Un constante y muy molesto sonido retumbaba en mi cabeza, bueno ya debería estar acostumbrada ¿no? Despues de todo, hace más de dos meses que estoy cuidando de ti... Es curioso, aún después de que hayas despertado sigo escuchando aquél sonido del monitor registrando un acompasado ritmo de vida.

Me pregunto... ¿Cómo habremos llegado a esto? ¿Por qué desde que desperté estoy ligada espiritualmente a ti? No me malinterpretes, amo estar en tu compañía, amo cuidar de ti, pero al parecer no puedo ir más allá de unos metros sin despegarme de ti...

Digo, en el pasado si que fuimos muy cercanas, amaba nuestra relación como aún lo hago... Si no mal recuerdo...

Flash back

- ¡Ah eres tú!- exclamé sorprendida al ver con quién choqué...

-Oh lo lamento, permíteme ayudarte a levantarte...- parecias muy nerviosa, me encanta verte así...

-No te preocupes puedo hacerlo so- no me dejaste terminar la frase ya que cuando menos lo esperé ya me encontraba entre tus brazos siendo colocada suavemente de pie en el piso -Gracias... Em...-

- ¡Oh! Ruby llamo me, mio gusto es- al parecer no te diste cuenta de lo que dijiste ya que en menos de dos segundos tenías el rostro más rojo que yo haya visto -Digo, quise decir...-

-Jajajaja, mi nombre es Sapphire y el gusto es mio, Ruby- sonreí lo más amigablemente, no quería que te sintieras aun más incómoda despues de tu "elegante" presentación -No esperaba verte tan pronto-

-Ah... Bueno es que yo, yo te vine a entregar tu identificación, se te cayó ese día...- realmente lucias muy nerviosa, tus movimientos torpes eran algo muy tierno de ver, no parecias aquella chica que intentó atentar en contra su vida -A-Además quería agradecerte, por todo...-

Tomaste mi mano derecha con delicadeza para luego dejar en mi mano mi identificación y una hermosa pulsera que hasta el día de hoy amo.

-No fue nada, solo prometeme que no lo volverás a hacer- tras decir aquello vi como tu semblante cambió, dejaste de temblar torpemente para que luego una aura de depresión total invadiera tu ser.

-Eso... No te lo puedo asegurar... Lo lamento- sin darme tiempo a contestarte saliste corriendo a toda velocidad chocando con un poste en el camino, no supe por qué, pero corrí tras de ti sin pensármelo dos veces.

-Lo lamento Pearl, deberás irte sin mi, mañana prometo acompañarte- grité observando hacia atrás mientras mi amiga asentía con una sonrisa comprensiva.

- ¡No te preocupes y ve por ella!- se despidió tomando un camino diferente al mio, algunas veces pienso en que no merezco amigas como ella...

Asenti rápidamente corriendo tras Ruby, siguiendo una serie de pistas que me había dejado tras suponer que fue ella quién había chocado con un par de basureros, los cuales daban donde ella se intentó quitar la vida y ahí la vi, si bien no estaba frente al río ella estaba la cera que daba a una pequeña colina de cesped.

Ella con la mirada baja dio un paso queriendo bajar hasta el río, reaccione rápidamente saltando y aferrandome a ella por su espalda, gracias a ese impulso tanto ella como yo rodamos un poco hasta dar a unos centimetros del ya mencionado río quedando yo encima de ella.

- ¿Qué ibas a hacer? ¿Por qué quieres acabar con tu vida?- pregunté nerviosa al borde de las lágrimas, no la conocía en nada, pero no podía ver como alguien acababa con su propia vida - ¡¿Te lo dije no?! ¡Tú vida me pertenece y no dejaré que mueras!- tras decir aquello pose mi cabeza en su pecho liberando un llanto ahogado.

Una lagrima que dar [1° Parte Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora