Capítulo 6

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Cómo pudiste ser tan débil, tan torpe para no ver ambos lados de la calle antes de cruzar.

Al abrir los ojos me di cuenta que estaba acostada en el suelo, todo era negro y frio, me levanté con dificultad y observé alrededor, nada.

¿Eso te enseñé Maddy?

— ¿Quién eres?

Sabía que no podías cuidarte sola, mal gaste mi tiempo en protegerte cuando eras una niña.

— ¿Kale? —mis lagrimas cayeron. — ¿Dónde estás? Te necesito, eres mi ángel guardián se supone que tienes que cuidarme, protegerme.

Ya no soy tuyo.

—Está despertando... ¿Maddy?

Ahora abrí realmente los ojos y una luz blanca me obligó a cubrirme la cara, parpadeé hasta que mis ojos se acostumbraron a la luz.

— ¿Cómo te sientes?

Estaba en el hospital, un doctor estaba a un lado mío, al otro extremo Aaron me tomaba de la mano, sonrió al verme, tenía una expresión de preocupación. Por inercia me senté, al segundo me arrepentí ya que me dolía el brazo izquierdo.

—Tranquila —murmuró el doctor —con calma.

Observé mi antebrazo izquierdo estaba cubierta por gasas.

— ¿Qué pasó?

—Tu antebrazo se abrió Maddy, tuvimos que coser.

Miré a Aaron y él hizo una mueca.

— ¿Llamaron a mis padres? —el corazón se me aceleró, ellos ya tenían suficiente con todo lo que me estaba pasando, no tenía por qué preocuparles más. —Por favor dime que no lo hicieron.

—De hecho, estaba a punto de hacerlo —comentó el doctor.

Él tenía sus brazos levemente cruzados, su cabello negro despeinado y unos ojos azules sumamente calculadores y penetrantes, ya con experiencia sobre los jóvenes y por más que rogara presentía que no me escucharía y los llamaría de todas maneras

—No por favor, no los llame, estoy bien, usted mismo lo dijo, no es necesario, ellos ya tienen suficientes preocupaciones.

El doctor hizo una leve mueca, miró a Aaron.

—No los llames, papá.

Ahora fui yo quién lo miró a él. ¿Papá? ¿El doctor era su padre? Nunca lo había conocido, ni siquiera cuando salíamos.

—Está bien —me mostró una leve sonrisa. —espero te sientas mejor Maddy porque los oficiales están afuera y quieren hablar con ustedes.

—Sí, papá.

El doctor salió y Aaron me soltó lentamente la mano, pero se la sujeté nuevamente, presa por el miedo.

— ¿Policías?

Él suspiró.

—Ya te lo explico.

Dos oficiales entraron y nos saludaron, no hice ningún gesto, no sabía que estaba pasando, no tenía idea de porque la policía iba a interrogarnos. Uno de ellos se quedó junto a la puerta y cruzó sus brazos mientras nos observaba, en cambio el otro dio tres pasos al frente y mostró su placa de policía.

—Señorita —asintió uno de ellos hacia mí. —Disculpe todo esto, sé que quizá tiene que irse a casa, pero enserio necesitamos hacerle unas preguntas sobre lo sucedido.

— ¿Lo sucedido con qué? —me atreví a preguntar.

—Hace una hora un amigo suyo —abrió la libreta pequeña que tenía en su mano —El joven Hale nos contactó a través de una llamada hecha desde su teléfono informando sobre un accidente fuera del restaurante KingLov.

Ángel de la Muerte. [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora