Olivia Thompson.
«Va a matarme, va a matarme, va a matarme, va a matarme»
Me repetía en mi mente una y otra vez.
-Joder, Olivia ¿No puedes dejar de cagarla ni en tu puto primer día de clases? -me recriminé en voz alta.
Cruel (como anteriormente había sido llamado) desde fuera parecía muy enojado, sus orbes verdes estaban bañados en íra pura. Algo que de seguro asustaba hasta al ser humano más valiente.
-¡Te doy cinco putos segundos para salir antes de que te destroze el auto! -rugió como un león en cautiverio.
¡Felicitaciones, Olivia! Abollaste el auto de un puto loco, psicótico, maniático y gruñón. ¡Está de puta madre!
Aleje aquellos motivacionales pensamientos (nótese el sarcasmo) para poder enfrentarme al que posiblemente sea mi verdugo.
Lo ví acercarse a dos tipos de cabellos castaño y rubio con pinta de pandilleros igual al tan afamado Cruel.
-¿Qué piensas hacerle, Cruel? -oí que preguntó el rubio con gracia y notoria diversión en su voz.
-Ni siquiera pienses en dejarlo ir -dijo esta vez el de cabellos oscuros.
Cruel sólo les dirigió una mirada rápida antes de enfocarla de nuevo al auto.
Putos.
-¡Uno! -su furiosa voz me hizo sobresaltar.
Empezó con la cuenta regresiva.
-Fue un placer haberte tenido en mi vida mi precioso, Louis -murmuré dramáticamente mientras quitaba una lágrima imaginaria de mi ojo.
-¡Dos!
Besé una estampita de Jesucristo para luego alzarla por arriba de mi cabeza.
-¡Tres! -más voces se unieron al tan afamado Cruel.
Harry Potter y el misterio de como coño salgo impune de esto.
-¡Cuatro! -estaba segura que ahora todo el maldito campus contaba.
Se me acababa el tiempo, si salía era una humillación segura frente a toda la universidad y el fin de mi vida social en esta, por otro lado sino lo hacía el tipo con cara de loco recién salido del psiquiatra iba a destrozar mi pobre escarabajo.
Tenía que elegir rápidamente si salgo o no. Lo enfrento como la joven responsable que soy o conduzco el carro como loca desquiciada hasta perderlos de vista a lo "Rápidos y furiosos".
Recordé las sabias palabras que me dedicó mi padrastro cuando tenía ocho años y lo habían llamado por haber soltado una manada de grillos en la biblioteca y por no tener conductas adecuadas para una "señorita".
"-Y recuerden chicas; si haces alguna travesura en sus escuelas siempre procuren que no las atrapen. Luego su madre es la que me regaña a mí" respiré profundo.
Creo que la respuesta estaba clara. Hice lo que todo joven responsable haría.
Quité el freno rápidamente antes de acelerar como alma que lleva el diablo.
-¡Joder, se nos escapa! -la voz de un chico castaño sobresalió de todas las demás, a la lejanía, con un gran asombro en la voz.
Una gran carcajada se escapó de mis labios. Punto para Olivia.
-¡IMBÉCILES! -grité al alejarme totalmente de la universidad, las clases pueden esperar, mi vida no.
Pero entonces giré mi rostro para ver si me seguían. Mierda.
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C R U E L
Teen FictionCruel era sinónimo de maldad, miedo. Cruel era el peor criminal de los bajos mundos, alguien capaz de dañar por mera diversión. Cruel era una persona sin corazón. Cruel no perdonaba. ¿Lo peor? Fue que le abollé el auto. 10/04/18 #1 EN AMOR JUVENIL...