Erick frotó su cien, sus fosas nasales abriéndose con cada inhalación y sus ojos rojos por la rabia e impotencia. Era la tercera vez que su novio lo rechazaba, la tercera vez que lograba ver una marca en su pálido cuello, la tercera y última vez que su novio le mentiría.
Aprovechando que estaba en la ducha tomo su celular y lo husmeo, encontrándose con una sorpresa para nada agradable. Christopher se estaba acostando con un tal Joel, ¿lo más jodido de la situación?, el muy desgraciado se revolcaba con aquel desconocido todos los lunes por la noche, días en los que él se mataba en una oficina para poder mantenerlos a ambos con su trabajo de oficial.
Tallo su rostro con sus manos mientras leía el último mensaje que le había enviado, justo hace unos pocos segundos.
Joel Pimentel:
Anoche la pase de maravilla, no veo la hora de volverte a ver.
Una amarga carcajada escapo de sus labios mientras deslizaba sus dedos por la pantalla. Diablos, si que le iba a salir caro a Christopher todo este mal rollo.
Christopher:
¿Quién demonios eres?, soy el novio de Christopher, ¿no te dijo que tenía pareja?
Ahogó un grito de frustración mientras comenzaba a morderse las uñas, más que ansioso por una respuesta rápida del hombre.
Joel Pimentel:
Ehh? no tenía ni idea. Cuando quieras nos juntamos y lo hablamos.
Suspiró borrando cada uno de los mensajes y dejo el celular donde estaba, no sin antes anotar el número del tipo. Más tarde hablaría con él.
...
Esta historia contiene dos capítulos cortos y uno un poco más largo, espero que la disfruten.
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