Un ser, creador de toda Gaia yace en la llanura Ebbot alimentado de las emociones dando su respectiva vida.
Siendo esta el mas poderoso o almenos eso se cree, siempre habran ambisiosos que querran desterrar ese poder para si mismo.
Frisk nuestro pro...
Al forzar mis ojos he distinguido cada imagen y silueta, no era tan iluminado pero más iluminado que las ruinas lo es.
Al pasar al otro lado, las puertas se han cerrado a mis espaldas, sin embargo he seguido tocando la puerta, hasta que decidí separarme lentamente de ella.
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El vapor de mi calor salió al respirar, la temperatura de mi cuerpo bajó hasta comenzar a temblar el frío de este lugar es realmente mortal, pero he intentado regular mi temperatura.
He avanzado lentamente, la capa de nieve es tan gruesa que es irresistible hacer un ángel de nieve. Pero un escalofrío recorrió por mi espalda, he sentido que alguien me seguía, pero al mirar no había nadie más que una rama.
El ambiente poco a poco iba oscureciendo, debería encontrar un lugar seguro rápido, regresarme ya no era opción, la puerta de las ruinas solo se abría por dentro.
Al intentar hacer paso rápido en la nieve, he escuchado que pasos se avecinan a mi lentamente. He empezado a sentir un poco más de miedo que antes.
He seguido caminando a paso rápido, los pasos no se detenían hasta que los pasos rompieron una rama, del miedo me he petrificado completamente.
Los pasos se detuvieron yo he volteado lentamente.
No había nadie.
--¿Pero qué tenemos aquí?-- Dijo una voz grave susurrando en mi oído.
--Humano, si no deseas una muerte dolorosa... será mejor que me des tu alma.-- He sentido un escalofrío recorrer desde mi espalda baja hasta mi nuca. En un momento he sentido que una mano toco mi hombro, en un acto reflejo he dado un golpe firme hacia el rostro de... ¿un chico?
--¡¡Ay por todos los dioses, lo siento!!-- Por instinto he intentado verle la cara al chico quien se cubría la cara con su capucha azul, como la de aquel chico de la puerta... --Vaya no esperaba esa reacción, normalmente la gente suele desmayarse.-- Dijo el chico no sin antes soltar una carcajada. ¿No le afectó el santo golpe que le di?
El chico se levantó de la nieve no sin antes sacudirse. --En fin yo soy Sans, un centinela del reino, un gusto.-- Se ha quitado la capucha para presentarse, sus ojos azules, con algo de reflejo un verde turquesa, su cabello albino, con algo de flequillo y mechones cubriendo parte de su rostro y ese poca barba que tiene, me da bastante curiosidad...
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