Capitulo 17

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No sé qué hora era cuando me desperté, como tenía los ojos vendados no sabía nada de mi ambiente. Porai pasaron minutos u horas pero de tanto pensar no me había dado cuenta de que alguien había entrado a la habitación. Sentí que me acomodaban las sogas para poder sentarme y me dio asco de solo sentir sus manos en mi.

-¿Cómo durmió la princesa de la casa?-dijo sentándome contra el cabezal de la cama

-Bien-dije secamente

-Veo que no dormiste muy bien -dijo pasándome una bandeja en mis piernas- Te traje el almuerzo porque dormiste toda la mañana- dijo esto último dándome un beso en la mejilla

-Me prometiste que no me ibas a tocar-murmuré

-Y no lo hare, solo quería darte un beso de los buenos días-dijo tranquilamente- Abrí la boquita

De solo escucharlo hablarme así me daba ganas de pegarle pero obedecí.

-Que buena chica- lo primero que sentí era algo caliente y una cuchara, solo pensé en sopa- ¿Esta rico, no? Además tenemos una barrita de chocolate como prostre.

Comí sin hablar, pero él no entendía la indirecta de NO QUIERO HABLAR. Así que lo deje hablar solo y cada tanto le respondía con sí o no. Al terminar solo se limitó a observarme, y se preguntaran como se, bueno es fácil; su mirada era tan fuerte parecía que me iba a ojear.

-Espero que lo estés pensando bien, acordate que tienes tres oportunidades, nada más- esto fue lo último que dijo antes de irse.

Estaba pensando en la gente nueva que conocí esta semana y la verdad que no me daba cuenta hacia dónde dirigir mis pensamientos, de repente me acorde de un nuevo profesor de biología.

Flashback

Al entrar a la clase me di cuenta que ya habían encontrado nuevo profesor de biología, sus cosas estaban en la mesa de los profesores. Nos sentamos con los chicos y al rato entro un joven que parecía de no más de veintidós años y sí que era lindo. Tendría un metro ochenta, era pelirrojo y desde donde estaba yo se notaba que tenía unos hermosos ojos verdes. Todas las chicas suspiraron o se quedaron sin aliento al verlo y yo no fui la excepción. Al verlo Jane me miro sabiendo lo que pensaba y me sonrió.

-Hola chicos soy el profesor Balthazar Necer y yo seré el nuevo profesor de biología-presentándose a la clase. Nos pidió que nos presentemos y esas cosas.

Sus clases se volvieron divertidas y entendibles aunque en biología no se necesitaba ser un genio o era que a mi me resultaba fácil, la verdad no sé.

Yo sentía que él me miraba constantemente y al final de la clase me pidió que me quedase porque quería hablarme de unas cosas. Cerró la puerta y pidió que me sentara en una silla al lado de él.

-¿Qué pasa profe?-dije feliz de que quiera hablar conmigo

-Tiene que pasar algo para hablar contigo-dijo divertido

-Claro que no, pero...-deje la frase inconclusa porque no sabía que decir

-La verdad era que quería felicitarte por tu desempeño en esta materia, fuiste de las mejores en el diagnóstico y me recibiste re bien el primer día-dijo sonriéndome. Su sonrisa era hermosa.

-Gracias-dije sonrojándome y bajando la mirada para que no se diera cuenta. Me asuste un poco al sentir su mano levantando mi mentor para que lo mirase. Esto sí que es raro pero no me aleje. Esto sí que era desdibujar los límites entre profesor y alumna.

-Sos adorable cuando te sonrojas-dijo tocando mi mejilla-quería decirte que contas conmigo para cualquier cosa. Si necesitas alguna oreja que te escuche estaré disponible-dijo seguro, no podía mirarlo a los ojos porque seguro que diría algo estúpido o algo peor.

-Gracias Balthazar-dije torpemente

-Ahora anda al recreo que tus amigos seguro que te están esperando-dijo soltándome.

Salí rápidamente del aula, sintiéndome rara pero al ver a Jane no pude evitar contarle todo

Fin del flashback

Balthazr podría ser otra posibilidad porque me acuerdo que él podía modular su voz, lo cual lo hizo una vez en clase para que prestemos atención. Mis pensamientos me atormentaban y lo peor de todo es que tenía hasta mañana para pensar.

Ethan

El dolor me estaba matando, la impaciencia me consumía y lo único que podía hacer era esperar, solo esperar. La desaparición de Mia fue algo que nadie se esperaba. Las últimas personas que la vieron estaban muy "ocupadas" para prestarle atención a una chica que fue secuestrada.

Estuvimos esperando por ella el sábado por una hora, pensamos que necesitaba tiempo a solas pero nunca volvió a aparecer. La buscamos por toda la casa de Julia pero no estaba ahí, al principio no nos desesperamos porque había una posibilidad de que este en casa. Al llegar buscamos pero fue lo mismo que en la casa de Julia, no había nada ni una nota.

Jane estaba desesperada, ella fue la que llamo a nuestros padres mientras que yo a la policía pero estos solo me dijeron que se considera a una persona desaparecía después de veinticuatro horas. La furia me ataco y lo único que encontré para descargarme fue un espejo que se encontraba en el living.

La sangre salía de mis nudillos pero no me importaba ni siquiera eso me sacaba de mi verdadero dolor. Mis padres no estaban mejor que nosotros al enterarse. Nathan estaba preocupado por Mia, mucho la verdad, él ayudo en su búsqueda. Después de revisar la casa de Julia se fue a su casa para ver si ella había ido para allá. Pero tampoco estaba ahí, nos contó que miraría en los alrededores de la casa por si ella se encontraba en mal estado, drogada o golpeada.

Eran las nueve de la mañana y todavía no teníamos nada. Las veinticuatro horas fueron como estar en el infierno, solo pensaba en ella y si estaba mal o necesitaba ayuda. Mis padres nos pidieron a Jane y a mi que durmiéramos algo para renovar energías. A regañadientes nos fuimos pero el sueño tardo en llegar.

"Mi amor ¿dónde estás?" pensaba mientras las lágrimas me cubrían el rostro.

Narrador Anónimo

La paciencia no es lo mio pero si actuó sin pensar, la cagaria y no sería divertido este juego. Verla dormir era hermoso. Al verla me sentía completo, tenía miedo del rechazo pero esta fue la única idea para estar juntos para siempre. La confusión de ella me mataba, yo quería ser el único en su corazón, sonara posesivo pero ella es mia.

Me fui a hacerle el almuerzo porque seguro que tenía hambre. Al volver se estaba despertando y aproveche ese momento para desatarla y colocarla en el cabezal de la cama para que coma más tranquila. Sentí como se le tensaban los músculos al tocarle.

-¿Cómo durmió la princesa de la casa?-dije sentándome contra el cabezal de la cama

-Bien-dijo secamente

-Veo que no dormiste muy bien -dije pasándole una bandeja de comida en sus piernas- Te traje el almuerzo porque dormiste toda la mañana- dije esto último dándole un beso en la mejilla

-Me prometiste que no me ibas a tocar-murmuro

-Y no lo hare, solo quería darte un beso de los buenos días-dije tranquilamente- Abrí la boquita- ella obedeció

-Que buena chica- dije dándole una cucharada de sopa- ¿Esta rico, no? Además tenemos una barrita de chocolate como prostre.

No hablo en ningún momento solo me contestaba con sí o no. Se terminó la sopa y me quede viéndola, su hermosura dejaría a cualquier persona fuera de combate.

-Espero que lo estés pensando bien, acordate que tienes tres oportunidades, nada más- después de decirle esto me fui porque tenía unos temas que solucionar.

A través de tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora