Capitulo 6

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Nathan

Lo último que quería era que Mia se encontrara con Eric. De solo pensar en las cosas que le pudo haberle dicho, me pone nervioso.

Seguía en la puerta mirando la noche, sumergido en mis pensamientos. Su voz me saco de mi letardo.

-Linda chica que te conseguiste hermanito. Sus piernas eran tentadoras -dijo Eric sonriéndome descaradamente

-Como me gustaría que no hables de mi amiga así. Ella no es como tus zorritas-dije dirigiéndome a la cocina.

-Aclaremos las cosas. Primero vos no sabes cómo es tu "amiga" por dentro y segundo yo sé que me tienes envidia pero disimúlalo un poco- dijo agarrando una botella de vodka

-Yo no te tengo envidia y anda sacándote la idea de que alguna vez en tu vida tengas a Mia- dije amenazándolo.

-Jaja no me hagas reír Nathan. Pero te dejare en claro unas cosas. Vos no me intimidas y no creo que Mia se oponga si yo la secuestro algún día- diciéndome eso, salió de la cocina.

Solo pensar en Eric y Mia juntos y se me revolvía el estómago. Mia nunca será el juguete de Eric, nunca. Mientras me dirigía a mi habitación solo pensaba en cómo fue este día. Mia es hermosa, su voz es atrayente y su timidez es una característica que me produce la sensación de que debo protegerla de todo el mundo.

Con estos últimos pensamientos me fui a dormir.

Típicamente yo no me acuerdo de mis sueños pero esta vez el sueño se grabó en mi mente a fuego. En el yo tenía un cuchillo en mis manos y debajo de mi cuerpo estaba reteniendo a una persona. Esta no dejaba de moverse y yo lo único que hacia cada vez que se movía era presionar el cuchillo en su garganta. Lo único que quería era matar y no me importaba nada. Sentía que ya no tenía humanidad. No podía sentir o ver lo que me rodeaba porque solo quería deshacerme de este peso que no me dejaba cumplir con mi propósito.

Levante la cabeza solo por un minuto y deslumbro una ventana en la pared. A traves de ella pasaba la luz de la luna. Cuando mire para abajo, la tenue luz me dejo ver la cara de mi oponente. No puedo expresar la impresión que sentí al ver la cara de Eric. Su cara estaba bañada en sangre y lo más capaz que sea la de él.

La impresión fue lo que me despertó. Mire para todos lados, me sentía desorientado. Volví a cerrar los ojos y lo que veia a través de ellos era solamente a mi hermano. Eran las 6 de la mañana, faltaba una hora para que empezara el colegio. Me levante de la cama y me dirigí al baño. Me di un baño con agua fría para relajar los músculos tensionados.

Mi mente no estaba para aguantar la tensión de un día de clase así que me tome el día libre. Decidí ir a correr un rato. Me vestí y agarre el celular con los auriculares. Solo quería que mis pensamientos homicidas se alejaran de mí.

Eran las 8 cuando recibí un mensaje de Mia para saber si yo me encontraba bien. No se lo conteste, no quería pensar en nada ni nadie hoy.

Cuando volví a casa seguí con el ejercicio. Hice todo tipo de cosas pero solo una cosa me venía a la mente. Ya no pensaba en el sueño, solo en ella. El recuerdo que me atacaba era el de ella con mi remera. Se veía tan tierna pero al mismo tiempo tan seductora.

Me mire en el espejo y tuve un pensamiento que me noqueo. "Que me hizo, soy su esclavo en cuerpo y alma".

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Mia

Literalmente este fue un día muy aburrido. Los profesores estaban peor que nunca y mis compañeros parecían que se habían tomado un energizante. Jane no paraba de hablar de la fiesta que va a dar Julia el sábado en la noche. Porai por eso estaban todos tan alterados, no sé.

-¿Ya sabes que ropa vas a usar?-dijo Jane anotando unas cosas en su cuaderno y cuando digo algunas cosas quiero decir las respuestas de los problemas de matemáticas que no había hecho de tarea.

- Ya te lo dije Jane no sé si voy a ir, vos sabes que tengo cena familiar los sábados-dije mirando la pizarra con los cálculos.

- ¡Dale! Pregúntale a tus padres, es solo por una noche. Si no les preguntas vos, se lo preguntare yo ¿Qué preferís?-dijo desafiándome.

-¿En serio harías eso?-la mire de reojo

-Obvio, vos sabes que lo haría

-Está bien, yo les pregunto. Ahora cuando salimos los llamo- dije resignada

-¿Hace mucho que no los ves?

-Creo que hace una semana. No llevo la cuenta-dije con pena

-Lo siento, tengo una idea. Que tal si le pregunto a mi mama si te deja quedarte unos días. Para que no estés sola en la casa. Vos sabes que a mi mama no le gusta eso.

-¿Lo harías por mi?-dije mirándola con una pequeña sonrisa

-Claro, vos sabes que sos mi mejor amiga, ¿no?-dijo abrazándome Jane

-Lo sé

-Chicas paren de tanto cariño. Yo entiendo eso de mejores amigas pero ¿y yo? ¿Dónde quedo?-dijo Ethan haciendo un puchero. Como estábamos tan metidas en nuestra charla, no nos habíamos dado cuenta de que se había acercado.

-Ven acá celoso -dije tirando a Ethan de su muñeca para unirlo al abrazo.

Cuando toco el timbre, era nuestra señal para largarnos. Con los chicos nos subimos a mi auto y nos dirigimos a mi casa. Hoy era día de estudio.

Cuando llegamos, la casa como siempre estaba vacía. Fui a la cocina para cocinar algo y los chicos me ayudaron. Después de media hora habíamos logrado hacer pasta con salsa. Comimos y limpiamos todo después de acabarnos nuestro almuerzo.

Nuestro día de estudio paso entre risas, cálculos y papeles. A la tarde Jane llamo a su mama para preguntarle si me podía quedar con ellos unos días y como siempre Jane gano, su madre acepto sin problemas. Lo único que faltaba era llamar a mis papas para preguntarles.

Llame a papa y me dijo que no había problema pero con respecto a la fiesta solo dijo que lo iba a pensar. Convencer a mama fue un poco más difícil pero termino aceptando después de haber hablado con la mama de Jane y Ethan. Y con respecto a la fiesta dijo lo mismo que papa ósea que nada.

Con ayuda de los chicos hicimos mis bolsos y salimos para su casa. Lo bueno es que ellos viven a cinco cuadras de la mía. En el camino pensaba "Estos días creo que serán los días más locos de mi vida".

A través de tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora