VI. Quise volver a escribirte

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Acabo de encender una vela, y no precisamente para recordarte. Pero quizá termine haciéndolo igual, porque de eso se trata mi vida. Siempre contradicciones, y a veces, también adicciones.

Es otoño de nuevo, aunque no lo parezca ya le dimos una vuelta, no al mundo, sino al Sol juntos. Nos acompañó todo lo que vive, me gusta creer que es así; que toda esta historia tiene un centro y sos vos, y soy yo. Y debo confesar que a mis palabras les cuesta salir mucho esta noche, el miedo podría ganar si fuera más grande que tu recuerdo pero, no es así. Siempre va a haber aunque sea una pizca de nostalgia en mi mente, y va a ser suficiente para que le gane a cualquier miedo.

Pero sin mentir, tengo miedo de olvidarte. ¿Qué pasa si alguna vez te vas, pero te vas en serio? Porque sé que te has ido muchas veces, pero siempre volviendo a calmar esta sed, esta ansiedad permamente que necesita algo de control. No hubo nadie que lo hiciera como vos, y dudo que vaya a haber. Ni siquiera el alcohol pudo, solo me llevó a un vicio del que no salí completamente bien.

Vos dirás "no podés ser tan dependiente de mí" y no discrepo, no es sano para ninguno de los dos. Pero la verdad es que lo que no puede ser, termina siendo. Como dije antes, de eso se trata mi vida: un sinsentido constante; y formás parte de ella.

Es la una de la madrugada, viernes tempranito. Tengo que estar en pie en pocas horas, descansar para cansarme y así sucesivamente. Hace unos minutos tomé el medicamento que, se supone, me hace más feliz y seguro de mí mismo. Ya veremos si el segundo mes da más resultados, y menos heridas.

Quise volver a escribirte porque mis letras merecen libertad, y tu recuerdo el honor de ser bien contado.

Acá tenés mi espírituDonde viven las historias. Descúbrelo ahora