Mi Lobo Alfa ~ 태국 Taekook

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Al día siguiente, me desperté y me encontré solo en mi cama. Me levanté y analicé  el piso, sólo para descubrir que Taehyung no estaba allí. Confuso y devastado,   empecé  a pensar que tal vez todo había sido un sueño o que lo  había alucinado todo. Yo lo sabía. Alguien como yo estaba destinado a estar solo toda  la vida. Tener un compañero no era  una realidad para mí. Tenía que  hacerle frente.

Yo estaba destinado a estar solo. Así  eran las cosas y yo sólo tenía  que aceptarlas. Volví a mi habitación. El aire olía a limones ligeramente picantes, el olor de Taehyung.

¡Espera! Yo pensé. Así que tal vez no era un sueño después de todo. Mis ojos recorrieron la cama y vio algo en la almohada. Era una nota. La cogí y leí:

Jungkook,

Cuidaste  bien de mí, pero estar cerca de mí es muy peligroso para ti. Nunca me lo perdonaría si algo te  pasase. Me voy ahora y voy a estar fuera por un tiempo, por tu propio bien. No vengas a buscarme. No es seguro. Estoy en medio de una manada en guerra por  el liderazgo   mortal e involucra política peligrosa.  Enviaré a por ti  si llego a ser líder.

Tuyo Taehyung

No, pensé con horror.  La  noche anterior Taehyung me había  salvado  de una vida sin pasión. Había  vuelto  a encender la pasión en mí que había permanecido mucho tiempo dormida. Me había hecho  sentir vivo y yo haría cualquier cosa para sentirme vivo. ¿Dónde había ido? Yo no quería  esperar allí como una damisela en apuros. Quería mantener a mi hombre. Y yo no quería  esperar a que se convirtiese  en un líder. Iba a encontrarlo. ¿Pero dónde? Todavía no tenía ni  idea de dónde había ido. Tal vez debería quedarme.

Después de todo, era peligroso.

Más tarde ese día, fui a trabajar al Gran Hospital de Montreal, pero en lugar de centrarme en los pacientes, todo en lo que podía pensar era en el sorprendente beso que me había  dado Taehyung y cómo luego había empujado su esperma posesivamente en mi culo y me había reclamado como su compañero.

Eso, y por supuesto, el hecho de que mi compañero era un hombre lobo en medio de una batalla por el liderazgo de una manada. Esos hechos me ponían caliente  y  provocaban en mi  un deseo ardiente.  Pero, ¿dónde se había ido? ¿Estaba bien ? Él había dicho que tenía que marcharse porque no quería ponerme en peligro. Era  la cosa más dulce del mundo, pero totalmente  molesta. ¿Cómo no se había dado  cuenta? No tenerlo allí era como una puñalada en el corazón mil veces una y otra vez. Mi colega Marie, una rubia pechugona con  ojos azules, ya con  22 años fuera de la escuela de enfermería, me dio unas palmaditas en el hombro. —Jungkook, —dijo en su hermoso acento francés. —La enfermera jefe quiere que vayas a la habitación 639. Un paciente necesita una inyección de morfina.

Aturdido, tomé el ascensor hasta la habitación 639, recogí una aguja estéril e inspeccioné al paciente. Un rubio muy lindo estaba tumbado en la cama, vestido con una bata de hospital  azul. Tenía picaduras y hematomas en todos los brazos y  piernas.

Lo que fue particularmente interesante fue que tenía un tatuaje de un jaguar con dos patas  levantadas en el antebrazo derecho. Era exactamente el mismo tatuaje que el del  antebrazo de Hunter, a excepción de que el paciente tenía solo jaguares, mientras que Taehyung tenía tanto el jaguar como  el lobo. Empecé a sospechar. El paciente estaba durmiendo, y luego cogí el portapapeles con toda su información. Kim Seok Jin, de 27 años, descubierto al lado de la carretera con lesiones moderadas. Se sospechaba  que había  caído de un techo, pero no había dicho nada.

Con una mirada de horror, me di cuenta de que el rubio era el   jaguar que Taehyung había empujado  de la azotea. Era el jaguar en forma humana. Miré a la aguja y  cambió su contenido por un cloruro de potasio, también conocida como la  droga de la  eutanasia. El exceso de cloruro de potasio en el cuerpo mataba.  Tenía una idea. Yo iba a forzar  a ese tipo a decirme  dónde estaba Taehyung. Con ira contra el atacante de  mi compañero, cogí  un vaso de agua de la mesita de noche y se  lo arrojé a la cara.

El paciente se despertó, sobresaltado. Me acerqué  y le dije en una voz firme y controlada, —Escucha, amigo.  Tienes  una opción. O me dices  dónde está Taehyung, o te inyectan con  esta aguja llena de cloruro de potasio. Es un fármaco para el suicidio asistido médico.

La expresión de horror en su rostro me dijo que había ganado. Tragó saliva y dijo, —Taehyung por lo general está  en su guarida:.. Cueva de Alfa en el Parc Jarry —Sonreí, levanté  la aguja y le di  un puñetazo a Kim Seok Jin en su rostro. Fue noqueado una vez más.

¿No soy una puta? ¿Lo ves? Podría ser terrible cuando se trata de mi hombre. Nadie se mete con mi hombre sin jugar conmigo  también. Miré por la ventana, a la luz del sol débil  en Montreal en invierno. Estaba mirando un hermoso parque lleno de niños que reían  y  amantes paseándose.   Viendo a  los amantes caminando de la mano, me hice a la idea. El amor estaba en  apoyar a tu amante, sin importar  qué. Iba a ayudar a Taehyung y a  ganar su guerra. Taehyung, pensé. Voy contigo.

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