Capítulo 3

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Victoria's Pov:

¡Furiosa! Así me encontraba en estos momentos...

¡¿Cómo pudieron cometer esta injusticia conmigo?!

3 malditos años trabajando en ese estúpido restaurante y me despiden por puro capricho de una riquilla

¡Y para colmo se reusan a pagarme mi liquidación!

De solo recordar ese momento me dan ganas de volver allá y arrastrar a ese estúpida por los pelos...

Flashback

Por fin terminé de trabajar, ahora solo tenía que llegar a casa darme una rápida ducha, coger mis accesorios y salir para el bar.

Decido irme con el uniforme de trabajo, seria una pérdida de tiempo cambiarme, me despido de Lucia la cajera y me dispongo a salir del local.

— ¡eh!!! ¡Tú! ¡Acércate! — una de las chicas que se encontraban en la mesa 6 me llamaba

— ¿Qué necesita? — pregunté parándome frente a ellas

— Traime dos batidos de fresa y dos zumos de naranja, luego hago el otro pedido — dijo mirando un álbum de fotos que tenía en la mesa, parecían arreglos de boda.

— Disculpe señorita, mi turno ya acabó, puede llamar a la otra mesera — dije señalado a Camila que salía de la cocina con algunos platos

— Bueno, mejor, aquella chica parece más decente, no quiero ser estafada — dijo la ricachona y al escuchar sus palabras me alteré un poco.

— ¿Qué quiso decir? — pregunté... Para mis adentros contaba hasta 100 para calmarme.

— Alondra cariño, puedes llamar a aquella chica — le dijo a una de sus amigas, la que poniendo los ojos en blanco se puso de pie y fue en busca de Camila — en cuanto a ti, decía que tienes cara de ladrona — dijo con toda la calma del mundo algo que a mi me faltaba en este momento.

— ¡Mira rubia de pacotilla!, primero que todo no debes de juzgar a las personas por lo que vez, en segundo lugar si te quiesiece robar lo hubiese echo hace horas, traes tu cartera abierta — dije señalando su cartera, que estaba encima de la mesa — en tercer lugar respeta a los empleados porque si no fueses por nosotros te hubieses quedado sin cena y en cuarto dile a tu peluquero que te tiña el cabello de negro, las rubias a la fuerza ya no están de moda

— ¡Pero que le pasa a esta tipa! — dijo la güera oxigenada poniéndose de pie

— ¡¿ Victoria que esta pasando?!  — exclamó mi jefe saliendo de la oficina

— Pasa que su enpleaducha, me acaba de faltar el respeto — dijo la tipeja

— Señor debería contratar mejores empleados — dijo otra de sus amigas, también rubia a la fuerza

— Yo solo me defendí señor Jiménez — dije en mi defensa

— ¡Esta chica casi me pega! — exclamó la idiota

— Victoria esta no es la primera vez que ocurre esto, vives teniendo problemas con la clientela, ¡quedas despedida! — dijo sancho panza

— ¡¿ Sabe qué?! ¡yo renuncio! pero eso si me paga mi liquidación, llevo 3 años trabajando aquí — exclamé

— ¡No te pienso dar ni un solo centavo! — dijo el señor Jiménez

Diferente a las Demás (Christopher Vélez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora