Capítulo 12

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Victoria...

- ¿De qué hablas Jonathan? - pregunto algo aturdida por su reciente reacción - ¿por qué tengo que alejarme de él?

- Bueno Tory - respiró profundo y volvió a sentarse - ese chico es famoso por ser un mujeriego, no quiero que salgas herida.

- Si salgo herida o no, creo que es una decisión mía - agarro mi cartera y me dispongo a irme. Este hombre que tengo a mi lado no es el que conocí en mi infancia.

- ¿Te vas? - la madre superiora se puso de pie y yo asentí con la cabeza - te acompaño Victoria.

Se levantó de su silla, y caminó rodeando su escritorio hasta estar a mi lado y ambas salimos de la oficina dejando a Jonathan solo.

- ¿Que diablos le pasa? - la madre superiora cerró la puerta tras nosotras y su semblante se tornó serio.

- Es alcohólico Victoria - mi cara de shock debe de ser todo un espectáculo.

- ¿Pero cómo?

- La familia que lo adoptó es muy adinerada, tiene muchas empresas y son muy estrictos, simplemente no pudo con la presión y luego de que su prometida lo dejara plantado en el altar cayó en depresión.

- Pero ¿por qué se alteró tanto cuando le hablé de Christopher?


- Vicky, la chica con la que iba a casarse Jonathan es la prometida de Christopher Vélez.

¡Oh Dios Mio!

Llevé mi mano a la boca, esto era increíble.

- No puede ser Soledad, eso seria demasiada coincidencia.

- Lo sé, es por eso que lo llamé a él y la verdad me alegra mucho que hallas venido justo hoy - la madre superiora me dió un abrazo - buen viaje querida, que el señor esté contigo, dale mis bendiciones a Luciana.

- Lo mismo para usted - comienzo a caminar hacia la salida con millones de pensamientos en mi cabeza.

¿Cómo puede ser posible que la prometida de Christopher sea la misma chica con la que iba a casarse Jonathan?

¿Christopher sabia que ella estaba prometida con alguien?

¿Cómo tuvo ella él valor de dejar a Jonathan esperándola en el altar?

Mientras manejaba camino a casa esas preguntas se repetían una y otra vez, mi celular suena a un costado y al ver el nombre de Luciana en la pantalla me relajo un poco.

- No me digas que tengo que volver a pagar la cuenta del restaurante - digo riendo al contestar.

- ¡Que chistosa Vicky! No, no es eso. Invité a Richard a cenar a  casa, ¿puedes cocinar?

- Lo invitaste tú, ¿por qué tendría que cocinar yo? - hablo intentando parecer enojada.

- ¡No seas así! - la imagino haciendo puchero - a mí se me quema todo.

- ¿Solo vendrá él? - pregunto cruzando los dedos para que me diga que si.

- Si, ni que tuviéramos comida para invitarlos a todos.

Diferente a las Demás (Christopher Vélez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora