Capítulo 1: Miradas competitivas.

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Mastico el chicle ruidosamente en unión con Casandra. La que me mira con competitividad. Empecé esto por molestar al aburrido de su padre que se encuentra ahora conduciendo y ya he perdido la cuenta, de las miles de veces que nos ha pedido que dejemos el molesto ruido. Pero la cuestión es que mi intento de fastidiarlo ha pasado a ganarle a Cas. Soy conocido por ser infantil, fastidioso, bromista y bastante competitivo además de ser excesivamente atractivo, pero eso no es importante ahora. Así que de una cosa pasé a la otra y ahora me encuentro en todos mis niveles. Ganarle a una niña es mi objetivo de vida ahora. Nos miramos como si fuera la cosa más importante y aunque mi mandíbula comienza a darme un molesto dolor de lo rápido que la abro y cierro, en mi mente está no detenerme por nada. No al menos que ella se detenga como conclusión de que se da por vencida, cediéndome la batalla.

- James estás haciendo que mi hija me desobedezca. – El hombre aburrido habla y yo lo sigo ignorado. – Rachel has algo, tú hablas el idioma infantil.
- ¿Qué quisiste decir con eso Luke? – Al escuchar la forma seca en la que habla la chica torpe miro hacia ellos. Pero sin dejar de masticar.
- ¿Sabes? No todo tiene que tomarlo personal.
- ¿Yayes? No yoyo miemes que copello personal. – Ella habla mofosamente y de lo poco que puedo ver de su rostro, sé qué hace muecas en burla.

A mí lado una risa se escucha y al ver a mi competencia sonrió feliz. Ella nota mi sonrisa y se da cuenta que ha perdido. Parece que está por quejarse, pero se detiene cuando su padre comienza a hablar.

- Eres una infantil, eso quise decir.
- Y tú eres un aburrido, sin sentido del humor. Ah y no olvidemos un completo loco del control. ¡Hombre aburrido! – Dejo de mirar la palea frente a mí al escuchar el reconocido sonido de un cinturón ser soltado. Antes de que pueda detenerla Cas se sienta en mi falda.
- ¿¡Hombre aburrido!? Si yo soy eso, pues tú eres...eres...
- No lo digas, ni te atrevas. – Cas y yo verdaderamente estamos disfrutando de estar en primera fila de la pelea. Pero comienzo a creer que, aunque es gracioso el estilo de como ellos se hablan me comienzo a preocupar por el que será lo que Luke tiene pensado decirle a Rachel.
- Eres una... ¡Mujer torpe! Ni siquiera puedes caminar sin caerte. Infantil, no tomas nada serio y si no fuera porque soy precavido hace tiempo me hubieses disparado en el trasero.
- ¿Oh el niño está aún herido por eso? ¡Tal vez si te hubiera mentido una bala por el culo sonrieras más! – Esa es mi señal y tapo los oídios de Cas.
- No creo que es el momento para esto ahora.
- ¡Cállate James! – Los dos me gritan sin siquiera mirarme.

Quito mis manos de los oídos de Cas, le doy la vuelta y le comienzo a hablar de lo que tiene que hacer. Mientras tanto los otros dos siguen con su guerra de destruirse con palabras infantiles. Le indico a la niña frente a mí cual es la técnica que debe usar y cuál es su objetivo. Ella asiente en entendimiento a cada una de mis palabras. Cuando ya he terminado le vuelvo a dar la vuelta, Cas aclara su garganta haciendo que los otros dos detengan su parloteo.

- ¿Estás bien cariño? – Luke mira momentáneamente por el espejo retrovisor y sé que mi plan ha funcionado. – ¿Te duele la garganta?
- No, pero no me siento bien porque ustedes están peleando. -Sé que para este momento ha puesto su cara del gato con botas.
- Cas el empez...
- No pregunte quien empezó. - Todos, hasta yo me he quedado pasmado de las palabras y el tono de Casandra al hablarle a Rachel. Creo que la niña ha entrado mucho en su papel. – ¿Sabes? no deberías haberle dicho infantil a Rachel. Si no fuera por ella, papi tú si fueras un hombre aburrido. Además, dices que su forma de ser torpe te hace sonreír. – Desde mi lugar por el espejo veo como su padre frunce las cejas y Rachel sonríe en orgullo. Pero es algo que no dura mucho. – Y Rachel, tú has dicho que si papi no fuera aburrido a veces o quisiera tener todo en control tu serías más torpe de lo que eres. Dices que él te mantiene en control. Así que los dos pídanse perdón, ahora. – El que ella dijera cada una de las palabras que le dije posiblemente me ha dejado en evidencia, pues su vocabulario no es tan extenso. Pero es gracioso ver como una niña regaña a dos adultos.
- Perdón. – Dicen los dos después de pasar unos segundos en silencio. Pero yo en cambio de Cas sé que aún siguen molestos.
- Bien ahora un abrazo. – Luke se detiene en un estacionamiento y mira hacia atrás.
- Tal vez para otro momento cariño, ahora vamos a comer.
- Pues no saldré. – Ella se recuesta de mí y tengo a los dos de al frente mirándome mal. Y es en definitiva que me he dejado en evidencia.
- Abrácense ya para que su señoría aquí presente se digne a salir. Tengo hambre. – Sonrió como que la cosa no es conmigo.

Simplemente Tú (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora